La reforma del Régimen General de Trabajadores Autónomos ha traído más cola de lo que, inicialmente, esperaban desde Madrid. Pocos 'actores' hay que no hayan puesto el grito en el cielo en algún momento a lo largo de estos últimos días: Gobierno local, partidos políticos -situados a un lado y al otro del espectro político-, la Cámara de Comercio, la Confederación de Empresarios, los propios autónomos... El revuelo ha sido monumental (y no es para menos).

Las aguas, eso sí, parecen haberse apaciguado tras conocerse que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, prevé anular el real decreto ley en virtud del cual la archiconocida bonificación del 50% -de aplicación a pequeños empresarios- iba a quedar obsoleta. El propio Juan Gutiérrez se vanagloriaba de que Moncloa decidiera dar marcha atrás en este sentido. "Nuestra petición al ministerio ha sido atendida", decía.

En medio del enmarañado popurrí de representantes públicos que han salido a la palestra a cuenta de este asunto, Carlos Rontomé decidía ayer sumarse a la corriente. El consejero de Educación y Cultura aprovechaba la ocasión para cargar contra Juan Sergio Redondo y compañía. "Con un Gobierno de VOX en Ceuta, los autónomos no tendrían bonificaciones", expresaba en su perfil de Twitter.

¿El motivo? "VOX no habla ni negocia con el Gobierno central", señalaba el vicepresidente segundo de la Ciudad Autónoma. Para él, "esa es la diferencia entre el presidente Vivas, que antepone los intereses de los ceutíes, y Redondo, que solo se rige por sus odios".

La réplica, claro está, no se ha hecho esperar. El recién reelegido cabeza de lista de VOX Ceuta ha respondido al titular de Educación haciendo lo que mejor se le da: atacar. "Un consejero del Partido Popular dando veracidad a unas falsas promesas realizadas por un ministro de un Gobierno golpista, que ha hecho de la mentira y la traición todo un programa político". exponía Juan Sergio. "Vivas y su camarilla no son más que los sumisos mamporreros de Pedro Sánchez", remataba.

El episodio da muestra de la mala sintonía existente entre Rontomé y Redondo, que han hecho de la red social del pájaro azul su particular 'campo de batalla', pues cabe recordar que no es el primer suceso similar que protagonizan ambos dirigentes (y no parece, desde luego, que vaya a ser el último).