Los senadores van a la oficina

- Guillermo Martínez y Fatima Mohamed atienden a los ciudadanos en el primer día de la Oficina Parlamentaria en la sede del PP de Ceuta

- El año pasado nos íbamos de aquí a veces a las tres y media y cuatro de la tarde”, recuerdan

- Pretenden ser un “nexo de unión” entre los vecinos y el aparato del Estado

La sede del PP está tranquila y recién fregada. Es lunes a primera hora de la mañana y un miembro de la junta directiva, aparentemente el único en las oficinas de los populares en el Edificio Ainhoa, nos conduce a la sala de prensa. Allí, al fondo de la amplia estancia, Guillermo Martínez y Fatima Mohamed esperan pacientes a los ciudadanos que quieran pasarse por la Oficina Parlamentaria de Atención Ciudadana del PP. Ceutaldia.com es su segunda audiencia del día y, de momento, tienen previstas durante la mañana otras dos citas con ciudadanos particulares. Y lo que pueda surgir, que siempre sale algo, aseguran: “El año pasado nos íbamos de aquí a veces a las tres y media y cuatro de la tarde”, recuerda Mohamed.

Ya han pasado además asociaciones como la de estanqueros ceutíes, preocupadas por el contrabando de tabaco; la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Ceuta, pidiendo colaboración para realizar actividades en la ciudad, al igual que hacen en otras provincias; o la Comunidad Romaní, pidiendo consejo para acceder a subvenciones de carácter nacional y programas de ayuda.

Pero la mayor parte de las veces se trata de ciudadanos con problemas particulares, a veces personales y casi siempre de ámbito local. Situaciones a las que las competencias del diputado y senadores del PP por Ceuta les vienen grandes. “Lo que hacemos es trasladar las peticiones al ámbito municipal”, explica Martínez, admitiendo que “la mayoría de las veces son cuestiones de carácter personal, viviendas, empleo, ayudas sociales…”. “Ahí hacemos de filtro”, interviene Fatima Mohamed, “claro”, asiente el senador, “les orientamos a Procesa, o Emvicesa, al Inem”, apunta.

Una oficina de atención parlamentaria a los vecinos a quienes se representa, al estilo anglosajón, pretende, explica Martínez ser un “nexo de unión” entre los ciudadanos y el aparato del Estado. “Es que, independientemente de que la mayoría de la gente que viene son cuestiones más personales, en las que sólo podemos escucharlos u orientarlos, pero es verdad es que hay cuestiones que podemos ayudar a desatascar”, apunta la senadora Y hasta el sector crítico del PP ha pasado por aquí, "militantes con sus quejas”, asegura Martínez, “te dicen tendríais que hacer esto o lo otro…”.

Las dudas están resueltas, es momento de dejar turno al siguiente, si lo hubiera, porque, de momento, la sede sigue casi desierta, aunque hay tiempo hasta las 14.00 horas, momento en el que cierran la oficina. Es una mañana de lunes de julio y el calor ya es sofocante y pegajoso. Lo más probable es que las quejas, por importantes que sean, esperen a septiembre. Si es que para entonces ya hay Gobierno.

Los senadores van a la oficina


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