Primero fue la festividad del sacrificio y ahora la lucha se abre por el final del Ramadán. Caballas ha anunciado este miércoles a través de un comunicado de prensa que va a pelear para que se reconozca el final del mes sagrado musulmán como festivo local a efectos laborales. Y anuncia su voto en contra del calendario laboral que propondrá el Ejecutivo local si no contempla esa festividad.
En su argumentación la coalición esgrime que dicho calendario “debe reflejar la realidad social sobre la que se aplica. Este esprecisamente el motivo por el que no existe un calendario laboral único para todo el Estado y la Ley permite que cada provincia, e incluso cada ciudad, puedan adaptar su calendario y distribuir una parte de los 14 festivos anuales, en función de sus peculiaridades”.
Y con esa base los de Alí y Aróstegui consideran “un hecho irracional que una festividad de un elevado contenido espiritual, y que es observada por el cincuenta por ciento de la población, como es el caso del fin del Ramadán en Ceuta, no sea incluido como festivo en su calendario laboral”.
La coalición asume el coste político de abrir el debate y disgustar a una parte importante de la población y lo hace en el convencimiento de la necesidad de “superar prejuicios y normalizar el funcionamiento de la ciudad, atendiendo a su indiscutible realidad multicultural”, recoge su nota de prensa.
La polémica está servida.