Para UGT resulta “lamentable” tener que llegar “a estos extremos de exigencia de cumplimiento de la Sentencia a una Administración cuya premisa principal debe ser el cumplimiento estricto de la legalidad.” De hecho, recuerdan desde FSP-UGT, en la mayoría de los casos, se apresura a exigir de forma ejecutiva el cumplimiento de sentencias contra otros funcionarios cuando la sentencia les es favorable. Y por otro lado, creen que al conocer la sentencia, “simplemente por dignidad, el propio Ángel Gómez se tenía que haber apresurado a devolver la medalla, en lugar de hacerse el sueco. En estas cosas es donde cada persona demuestra su calidad”.
Por otro lado, para el sindicato “resulta bochornoso que a preguntas de un medio de comunicación el señor Hachuel argumentase que tenía que leerse la sentencia antes de ejecutarla”. “Si el Señor Hachuel no ha tenido tiempo de leerse la sentencia en cuatro meses, ya que se la notificaron el pasado mes de mayo, cómo llevará los asuntos de su Consejería”, ironizan.
La Unión General de Trabajadores, “ante la pasividad de los obligados a ejecutar la sentencia”, va a exigir el cumplimiento de la misma en sus justos términos. Es decir, la anulación por el pleno de la Ciudad, que fue quién la otorgó, así como la entrega física tanto de la medalla como del diploma correspondiente, sin ninguna pretensión de escarnio, sino como un acto de justicia y legalidad."