POLÉMICA

Verdejo intenta dinamitar el Pleno insinuando que un diputado socialista “pasó lo que no debía en lancha”

Verdejo intenta dinamitar el Pleno insinuando que un diputado socialista “pasó lo que no debía en lancha”
Carlos Verdejo, Cristina Pérez y Juan Vivas, durante el rifirrafe
Carlos Verdejo, Cristina Pérez y Juan Vivas, durante el rifirrafe
"No voy consentir que se deteriore el prestigio de esta institución, que se convierta en una situación vergonzosa, la próxima vez que ocurra levantaré la sesión", ha advertido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que ha afeado al portavoz de Vox, Carlos Verdejo, sus continuos insultos, provocaciones, acusaciones veladas e intentos por embarrar la sesión plenaria, ignorando el orden del día.

En el mejor estilo del futbolista marrullero que busca desesperar al rival hasta que pierda la paciencia y los estribos, el portavoz de Vox, Carlos Verdejo, trató de dinamitar la sesión plenaria desde el inicio. No lo logró en el primer envite cuando, en medio del debate sobre la necesidad de una ordenanza sobre la prostitución, acusó al PSOE de ser cliente habitual de clubes de alterne —recordando el caso de los ERE y el pago con cargo a fondos públicos en clubes de alterne—. Pero sí estuvo a punto de conseguirlo en un segundo intento, aún más salido de todo, al insinuar, tirando la piedra y escondiendo la mano, que un diputado socialista “se desciño a pasar lo que no debía en lancha”.

Una acusación que luego, en un sonrojante ejercicio de cinismo, trató de negar, cuando el presidente de la Asamblea, Juan Vivas, le reprochó semejante acusación, fuera de lugar y fuera de tono. “Está usted aludiendo a que en el grupo socialista pueda haber un delincuente”, afeó Vivas. “¿Eso he dicho yo?”, trató de negar Verdejo sin sonrojarse, reprochando a su vez al propio presidente que le interrumpiera en su turno de palabra. “Si quiere entramos en un debate usted y yo, no se lo recomiendo”, amenazó Verdejo, asegurando que su intervención era “contra el status quo establecido, contra los chiringuitos".

“Usted ha lanzado aquí una acusación sin dar nombre, cosa que yo corrupto, imputado y todo lo que quiera, no hago—rebatía por su parte el portavoz de Caballas, Mohamed Alí, escandalizado ante la acusación de Verdejo— “Eso es de cobardes y eso es lo que hace su grupo, lanzar acusaciones sin pruebas ni nombres, ustedes son unos cobardes”

Vivas, al borde de perder la paciencia con el diputado ultra, seguro que una nueva salida de tono obligaría a levantar la sesión. "No voy consentir que se deteriore el prestigio de esta institución, que se convierta en una situación vergonzosa, la próxima vez que ocurra levantaré la sesión y que cada cual asuma su responsabilidad”. “Que le gusta, que manera de provocar…” lamentaba Vivas, en alusión a Verdejo, poco después, durante la votación del siguiente punto, ajeno a que aun tenía el micrófono abierto .

La vicepresidenta socialista, Cristina Pérez, en su turno de réplica, no quiso entrar al choque pero sí quiso responder: “Señor Verdejo, tan solo decir mi condena a cualquier condena delictiva y le garantizo que no tendría porqué, la honorabilidad, decencia y buen hacer del PSOE no está en entredicho, no todo el mundo puede decir lo mismo. Orgullosa de pertenecer al PSOE, empezamos la legislatura con 7 diputados y seguimos con 7, y orgullosa de todos mis compañeros. Le digo más, si tiene constancia de que algún miembro del PSOE o algún ciudadano ha cometido algún delito, vaya al juzgado, de lo contrario es usted cómplice”.

Verdejo intenta dinamitar el Pleno insinuando que un diputado socialista “pasó lo que no debía en lancha”


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