El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha respondido a preguntas de los periodistas a las afirmaciones del líder de Vox, Juan Sergio Redondo, que cargaba contra el “multiculturalismo” como el primer problema de Ceuta y defendía que las raíces cristianas y occidentales eran la única opción posible como ceutña y como español de bien. Para el presidente, atribuirse el poder de decidir quién es español y quién no “es peligrosos y profundamente pernicioso para Ceuta”.

El multiculturalismo, zanja el presidente, es y ha sido el rasgo definitorio de Ceuta, “un modelo de sociedad y de vida exportable del que nos debemos sentir orgullosos y que anuncia un porvenir de paz, prosperidad y desarrollo”. Un modelo de sociedad moderna y abierta que, considera el presidente e la ciudad autónoma, apoya “la gran mayoría” de los ceutíes, que cree en “la convivencia como ejemplo para el resto de España, Europa y el mundo basada en cinco pilares: el respeto al diferente; la igualdad entre todos los ceutíes en derechos, deberes y obligaciones sin ningún tipo de discriminación por credo o raza; el imperio de la ley igualdad para todos; la voluntad de compartir espacios, servicios, anhelos, inquietudes y afectos; y sentirnos todos españoles con independencia de cómo rece o se llame cada cual”.

Unos pilares que, a juicio de Vivas, desprecian en Vox, pese a su presunta defensa de la Constitución: “Me hacen gracia, por no decir otra cosa estas personas que dicen que defienden la Constitución y atacan sus pilares: la igualdad, la libertad de confesión religiosa, el imperio de la ley y la atribución que se otorgan para decidir quién es o no español: eso no es legítimo, es peligroso y profundamente pernicioso para Ceuta”.

Para Vivas “hay dos maneras de ver la realidad de Ceuta. Una es la de los dirigentes de Vox, que la utilizan para crear un problema donde no lo había y para utilizarla como plataforma de rédito electoral a nivel nacional aunque vaya en perjuicio de la ciudad. La usan para segregar, dividir y enfrentar a los ceutíes, para llevar a Ceuta a la ruina”. La otra forma es asumir la realidad y celebrarla: “La diversidad cultural de Ceuta no es fruto de una ideología política ni un invento de nadie”, ha recordado Vivas.