“Optimista pero prudente”. Es el estado de ánimo del presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ante el acuerdo para la apertura de una aduana comercial en la frontera del Tarajal que permita el tránsito de mercancías con normalidad seguridad jurídica entre Ceuta y Marruecos. 

“Yo quiero ser optimista pero debo ser prudente. Es verdad que si me atengo a la letra del acuerdo suscrito con Marruecos creo que decía, cito de memoria, normalizar la circulación de personas y mercancías a través de las fronteras terrestres y marítimas y en cuanto a las mercancías mediante la aplicación de mecanismos aduaneros pertinentes o adecuados”, matizaba Vivas a preguntas de los medios, argumentando que “fronteras terrestres solo hay dos, Ceuta y Melilla, y mecanismos aduaneros apropiados para tránsito de mercancías más que hay Ceuta y Melilla y para el tránsito d mercancías con ls mecanismos aduaneros apropiados solo hay una: la aduana comercial. Luego creo que el acuerdo ya contempla el establecimiento de la aduana comercial”

Pero el optimismo no excluye la prudencia, subrayaba el presidente. “Ahora, siendo optimista  creo que debemos ser prudentes. Una aduana comercial se puede establecer de muchísimas maneras, esto el tiempo nos lo dirá. Puede ser simplemente un testimonio de que hay una aduana comercial pero si no la dotas de los medios y la infraestructuras adecuadas los efectos prácticos no resultarán satisfactorios. Esperemos que sea una aduana comercial jurídicamente reconocida como tal y al mismo tiempo dotada con los medios adecuados que permitan un funcionamiento relevante como tal”.

Sí es optimista en lo que respecta a las posibilidades de supresión de la eliminación de la excepción al acuerdo Schengen, que permitía hasta ahora entrar sin visado a los residentes en la provincia de Tetuán. Una decisión para la que estima Vivas no es necesario el beneplácito de la Unión Europea pero sí un acuerdo con Marruecos. 

Una supresión de la excepción que, de momento, sí está vigente, al menos hasta el 31 de mayo cuando puedan acceder los trabajadores transfronterizos y a la espera de que España y Marruecos concreten las condiciones para el resto de colectivos, esto es, los que hasta ahora accedían a Ceuta sin necesidad de visado. “Las cuestiones técnicas debemos tratarlas con los ministerios de Exteriores e Interior, sería yo creo una temeridad que me pusiera a hacer consideraciones técnico-jurídicas. El objetivo político es ese y eso se puede lograr perfectamente y las noticias que tenemos es que lo puede decidir España, no depende de la UE pero sí creo que debe resolverse tratándola con el país vecino. Si algo nos ha demostrado la experiencia es que con la colaboración las cosas funcionan mejor”.