El presidente de Ceuta, Juan Vivas, ha negado este lunes a Vox el papel de víctima que se pretende atribuir la formación de Juan Sergio Redondo ayudada por sus corifeos. No hay más "cordón sanitario", entiende el líder del Ejecutivo local, que el que los ultraderechistas despliegan con la intención de presentarse como únicos salvadores de la ciudad.

Vivas no acepta la pose lastimera de Vox: "Yo creo sinceramente que es al revés, que son ellos los que establecen cordones sanitarios sobre los demás, los que rechazan de manera categórica el diálogo, el acuerdo y la unidad en los asuntos fundamentales para la ciudad", ha señalado sin necesidad de recordar la actitud de Verdejo, López y compañía durante la avalancha de mayo, cuando se distanciaron de todos y empezaron a tachar a la mitad de Ceuta, si no más, de "promarroquí" y "quintacolumnista" del país vecino.

"Son ellos los que insultan, sólo hay que seguir los Plenos, los que me tachan de mafioso, de dictador, de traidor... También los que se van de la Asamblea cuando no les gusta cómo se aplica el Reglamento para decir que 'sólo que da Vox', algo que no es bueno para Ceuta, que está muy necesitada de diálogo, de acuerdo y de unidad en el tratamiento de los asuntos fundamentales", ha hilvanado.

Con la misma contundencia se ha pronunciado sobre el malestar de los de Abascal por los programas en medios de comunicación nacionales (Onda Cero y la SER) que ha concertado la administración local para "dar a conocer la ralidad de Ceuta a raíz del episodio extraordinariamente grave que sucedió en mayo".

"Se está haciendo lo que hay que hacer, dar a conocer lo que de verdad ocurrió y lo que es esta ciudad, para poner en valor la categoría de nuestro pueblo: no se ha hecho mención a lo bien que lo hizo uno u otro gobierno, sino la entereza, la solidaridad y el patriotismo de nuestra sociedad en su conjunto, que se paró el golpe y seguimos en pie sin volver a la normalidad todavía para reclamar ayuda a quien puede y debe darla", ha precisado.

A su juicio no se ha hecho "ninguna utiliación ilícita de los recursos públicos" y se ha actuado "con absoluta transparencia y ninguna manipulación". "En las entrevistas que se me ha hecho no me han facilitado cuestionarios ni yo los he impuesto: yo no creo que los periodistas se merezcan que alguien les diga que se venden, es algo muy negativo para la sociedad transmitir desde el púlpito público que todo tiene un precio y todo se compra", ha repudiado el discurso de Vox.