El presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas, ha remitido una carta fechada este jueves a su homólogo del Ejecutivo de la Nación, Pedro Sánchez, para, "con absoluta lealtad y por encima de diferencias políticas", pedirle una reacción “inmediata, decidida, enérgica y eficaz” que saque a la ciudad autónoma “del borde del abismo”, donde alerta de que la ha situado un conjunto de “causas sobrevenidas y ajenas” que “ponen en riesgo nuestra supervivencia” debido fundamentalmente a la estrategia de “asfixia económica” que se aprecia desde verano en las autoridades marroquíes.

En su misiva, Vivas explica a Sánchez que “desde el pasado verano” el Reino alauita “viene tomando decisiones que perjudican de manera grave al comercio ceutí, nuestro principal yacimiento de actividad productiva y de empleo” con decisiones como la supresión unilateral del comercio transfronterizo o la imposición de trabas a la llegada de turistas del país vecino a la ciudad española.

“Simultáneamente se ha incremento la llegada de inmigrantes marroquíes y argelinos, adultos y menores, hasta superar con creces el límite de lo soportable”, relata la carta, que también hace hincapié en la falta de recursos para paliar el “caos crónico de la frontera” y en “las acuciantes necesidades en seguridad, sanidad, educación y otros servicios esenciales”.

Según Vivas, “si se desploma la actividad económica y comercial sin alternativas ni solución de continuidad; si la frontera sigue siendo un caos; si el Estado se repliega; si la calidad de los servicios esenciales nos es corresponde las medias nacionales; si la Hacienda autonómica se ve incapaz de atender sus obligaciones y las demandas ciudadanas; si nuestros barrios se convierten en macroalbergues para inmigrantes; si la frontera de hecho no está en el Tarajal sino en el Puerto; y si los ceutíes se sienten abandonados y cunde el desánimo, Ceuta habrá dejado de parecer lo que es”.

Vivas dice pretender que "ni la subsistencia económica, ni el control de la inmigración irregular, ni la tranquilidad y el bienestar de los ceutíes dependan de decisiones que puedan tomarse al otro lado de la frontera”

El presidente de Ceuta ve necesario “un plan de medidas de apoyo a la actividad económica y la creación de empleo”, “dotar a la frontera de los medios e infraestructuras que precisa”, “resolver la grave problemática de los menores extranjeros no acompañados (MENA)”, “reconocer las ayudas que la Ciudad venía recibiendo para cubrir los costes de la desalación de agua y el hecho fronterizo”, “satisfacer las necesidades existentes” en las áreas dependientes del Estado (Defensa, Educación, Sanidad...), “asegurar unas comunicaciones con la península ágiles y asequibles para todos” y blindar “mediante Ley” las ventajas fiscales con que actualmente cuenta la ciudad.

Con esta “llamada de socorro” el líder del Ejecutivo autonómico dice pretender “que ni la subsistencia económica, ni el control de la inmigración irregular, ni la tranquilidad y el bienestar de los ceutíes dependan de decisiones que puedan tomarse al otro lado de la frontera”. Desde su punto de vista, su planteamiento “no tiene por qué enturbiar las buenas relaciones de colaboración con Marruecos que todos deseamos, pero no a cualquier precio”.