Vivas repasa sus éxitos de 14 años pilotando la nave de Ceuta sin alumbrar ningún cambio en el timón


Vivas repasa sus éxitos de 14 años pilotando la nave de Ceuta sin alumbrar ningún cambio en el timón

- El presidente dice "tener la ilusión y las ganas del primer día" en un discurso que no incluyó ninguna propuesta concreta para el futuro a tan sólo tres meses de las elecciones

- Vivas elegia el apoyo de los gobiernos de la nación populares (Aznar y Rajoy) y asegura haber invertido 700 millones de euros en 14 años

- "14 años dan para mucho y tengo que decir que Paco Antonio es el mejor delegado que he visto en este tiempo", ha reconocido Vivas

“14 años dan para mucho” fue quizás la frase que más veces repitió el presidente, Juan Vivas, ante los poco más de 200 simpatizantes populares que llenaron el salón del Hotel Tryp para celebrar en sociedad los 14 años desde que en aquel mes de febrero el Partido Popular recuperara mediante una moción de censura la presidencia de la Ciudad Autónoma que las urnas habían entregado al Grupo Independiente Liberal (GIL) de Antonio Sampietro. Vivas repasó en un formato algo distinto del habitual, más distendido, 14 años de éxitos en la gestión sin vislumbrar ningún cambio en el timón ni tampoco giro alguno en el rumbo de la nave.

“He querido ser y soy el alcalde de todos los ceutíes. De todos, se llamen como se llamen, recen lo que recen y voten lo que voten. No he dejado de pensar ni un solo día de estos 14 años en Ceuta. El PP quiere sembrar concordia. Esta es la obra de estos 14 años, pero no ha terminado. Tengo la ilusión del primer día y las ganas del primer día. He crecido en la pasión que siento por Ceuta y por España. Y para mí son la misma cosa. Vamos a seguir dando guerra”, ha zanjado Vivas con los suyos ya entregados al final del acto.

En un discurso realizado en un moderno formato. Extirpado el atril del escenario el acto y el propio presidente ganan en cercanía y flexibilidad. Sin corsé ni ancla, Vivas se puede mover por el escenario al más puro estilo americano, dirigirse directamente a las bandas o al tendido general del centro del salón. Con el formato los habituales chascarrillos con los que el presidente suele salpicar sus discursos antes los suyos ganan en frescura, aunque sigan siendo los mismos de siempre. Un afinado sentido de la comunicación clásico, ya inventado, pero que al PP le ha quedado muy moderno (ya quisiera Podemos).

Pero aunque Vivas reivindicara su ilusión y sus ganas, todo en el discurso sonaba más a despedida que al discurso enérgico de un candidato a tres meses de las urnas a las que deberá concurrir con un programa de Gobierno para 4 años. Alimentando la sensación y la rumorología de que no sólo serán las últimas elecciones a las que concurrirá el presidente de los populares sino que puede ceder el bastón de mando en mitad de la travesía una vez vuelva a afianzar la nave con una mayoría absoluta (vaticinada por todas las encuestas).

Más allá de la especulación de la calle, en el discurso no hubo una sola referencia concreta a proyectos o inversiones futuras.

El presidente recurrió al símil naviero que tantas otras veces ha empleado para dar continuidad a una charla que se había aprendido porque “Yolanda me dice que tengo que venir sin papeles”.

La nave de la Ciudad Autónoma a cuyo timón llegó Vivas en 2001 zozobraba cuando el ídolo de los populares se sentó en el sillón presidencial por primera vez aquel mes de febrero de 2001, según su propio relato. “No era fácil. La hacienda dependía de que la frontera estuviera abierta o cerrada al paso de mercancías, es decir, a decisiones ajenas al interés nacional; los servicios públicos básicos estaban muy deteriorados y presentaban carencias importantes; la vida pública estaba sometida a las tensiones (cambios presidenciales vía moción de censura uno tras otro como el que acaba de protagonizar él en cada legislatura) y la ciudadanía sentía desgobierno y abandono. El barco del agua formaba parte del paisaje. La gestión de los residuos, por llamarla así, era una montaña de basura de 40 metros en Santa Catalina; todas las aguas fecales iban al mar, la red de abastecimiento perdía más agua de la que llegaba a los grifos y la de saneamiento tenía más de cien años”, ha comenzado a repasar Vivas.

En su recorrido para enderezar la nave y mantenerla a flote el presidente no ha dudado en sumar inversiones propias y ajenas. 700 millones en 14 años, ha cifrado. La primera, el desdoblamiento del Paseo de las Palmeras (del que ha omitido que aún está por pagar en su totalidad y cuyo coste final no conoce ni el interventor). La última la reforma de la carretera nacional entre la Almadraba y la frontera. Entre medias, la urbanización de Loma Colmenar, el Campus Universitario, la reforma de las calles de medio mapa de Ceuta desde el campo exterior al centro, el auditorio de la Manzana del Revellín, la Biblioteca del Estado, los bajos de la Marina, la propia Marina, la construcción de 1.600 viviendas sociales y la rehabilitación de más de 2.000 viviendas. El auditorio del Revellín, la plaza de los Reyes, la rehabilitación de edificios del patrimonio histórico, la recuperación de las Murallas Reales, el Centro Asesor de la Mujer y así un largo etcétera, en el que el presidente a diferencia de otras ocasiones y quizás por la ausencia de papel no aburrió al personal como en otras ocasiones.

“El adiós al barco del agua, el adiós a la red de saneamiento con tramos de más de 100 años, el adiós al vertedero de Santa Catalina. El incremento del 83 por ciento en los efectivos de la Policía Local, del 44 por ciento en los Bomberos”, ha enumerado Vivas.

Y aunque muchas de las obras citadas lo son en más parte del Estado que de la propia Ciudad, Vivas ha hilvanado durante todo su discurso un constante agradecimiento y reconocimiento al aporte del Estado y del Gobierno de la nación, aunque eso sí, centrándolo únicamente en los Gobiernos populares, primero de Aznar y ahora de Rajoy, incluyendo al delegado del Gobierno (ausente hoy): “14 años dan para mucho y Paco Antonio es el mejor delegado del Gobierno que yo he conocido y lo tengo que decir”, ha regalado Vivas.

Empleo

“El paro es seguramente el principal azote y la herida sangrante de nuestra sociedad”, ha reconocido Vivas. Para utilizar una vez más el lugar común de la inexistencia de fórmulas mágicas para acabar con él y colocar la etiqueta de “estructural” por los condicionantes a la lacra en Ceuta. Pero aún así el presidente ha destacado que hoy trabajan en Ceuta 4.500 personas más que cuando él llegó a la Presidencia. “No hemos destruido empleo, pero no estamos satisfechos”, ha reconocido.

Para mejorar la economía Vivas ha propuesto ejes ya explicitados en sus declaraciones públicas y las del Gobierno: mejora de la conectividad de Ceuta con su entorno, mejora de la competitividad, incentivos al autoempleo y un combate exhaustivo contra el fraude y la competencia desleal.

Y apoyado en este breve programa lanzó una puya a la oposición: “Nuestra estrategia es conocida. Yo no conozco la de los demás, salvo que sea echarle la culpa al alcalde de todo, salvo que sea prometer cosas que no se pueden hacer o sustituir las ideas fruto de la reflexión por las ocurrencias de las barras de los bares”, ha disparado Vivas.

Y con la nave enderezada gracias a conseguir estabilidad institucional y lograr que el Gobierno de Aznar le aportara a la ciudad 125 millones en transferencias varias al tiempo que le reforzaba el Régimen Fiscal Especial, “el viento que impulsó la nave”, ha referido el presidente a ese apoyo, llegó esta última legislatura “un temporal de levante”.

De nuevo solventado por el buen hacer del Gobierno de Rajoy, según el relato del presidente, y por el apoyo inequívoco a Ceuta incluso cuando había que negociar con la Unión Europea y ésta veía con malos ojos la existencia de cualquier régimen económico con una fiscalidad rebajada como es el caso de Ceuta.

“El gobierno de la nación ha hecho lo que había que hacer, sacrificios para no ir a la ruina y evitar el rescate que hubiera sido tan perjudicial para todos. Nos hemos apretado el cinturón sin tocar lo esencial. En Ceuta no se ha perdido un solo empleo y hemos mantenido tonificado el músculo de la administración pública. El PP ha respondido poniendo a Ceuta en las prioridades. Hemos capeado el temporal y la nave sigue a flote”, ha repasado Vivas.

Vivas repasa sus éxitos de 14 años pilotando la nave de Ceuta sin alumbrar ningún cambio en el timón


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