El acuerdo alcanzado entre España y Marruecos que ha supuesto de facto la renuncia a las pretensiones anexionistas sobre Ceuta y Melilla del país vecino, al menos de momento y en lo declarativo, no ha servido para cambiar el discurso de VOX. Su desconfianza de Marruecos es total y por eso ha seguido insistiendo en las mismas cuestiones y posiciones que antes del acuerdo. Para el partido de Redondo y Abascal no ha cambiado nada. Así ha insistido en pedir la inclusión de Ceuta y Melilla bajo el paraguas de la OTAN y la respuesta dada por el Gobierno de Pedro Sánchez a la cuestión les ha servido para acusarlo de “sumisión” a Marruecos.

VOX preguntó el pasado mes de marzo al Ejecutivo si había trasladado al resto de países OTAN el ataque a la integridad territorial que supone la invasión migratoria en las ciudades autónomas, así, en presente continuo. El partido se apoya en la teoría del profesor Javier Jordán de la “zona gris” para explicar que lo de Marruecos hacia Ceuta y Melilla se basa en coerción económica, acciones agresivas de inteligencia, disuasión militar coercitiva, acciones de bajo perfil que proporcionan ganancias graduales, o hechos que alteran súbitamente el statu quo y que, en realidad, está por ver si siguen sucediendo en la nueva coyuntura.

Así, como si nada hubiera cambiado el acuerdo, la diputada por Ceuta de la formación, Teresa López, insistió en marzo en describir ese tipo de acciones y en asegurar que “tienen su aplicación práctica” al señalar que Marruecos “ha permitido una auténtica invasión migratoria ilegal desde su territorio” con el fin de “presionar a España para que actúe en favor de sus intereses”.

El partido considera que la amenaza de Marruecos es constante y por eso ha insistido en plantear una y otra vez la entrada de Ceuta y Melilla en la OTAN. Ha recordado que es el Gobierno a quien corresponde consultar a las naciones aliadas “cuando, a juicio de cualquier de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de sus partes fuera amenazada”.

Por eso VOX señala que en contra de su postura el Gobierno “no sólo muestra una abulia palmaria frente a esta invasión, sino que la incentiva”. Y con ese punto de vista han preguntado al Ejecutivo los motivos por los que no dan traslado a la OTAN de la situación que sufren las ciudades autónomas. 

Según recoge VOX en un comunicado sin compartir el documento de respuesta del Gobierno, Moncloa ha despachado el asunto en línea y media: “No está en la agenda de este Gobierno sobre la OTAN el promover una enmienda del Tratado Fundacional”.

“Con esta escueta, pero clarificadora, respuesta del Gobierno, ya no hay dudas sobre que Pedro Sánchez no quiera incluir a Ceuta y Melilla bajo el paraguas de la OTAN”. Es un hecho más que viene a escenificar la sumisión de este Gobierno a las exigencias de Marruecos. Para ceder el Sáhara a Marruecos, a Sánchez le bastó una carta, pero en su agenda no está incluir las dos ciudades en la OTAN”, le ha reprochado la diputada nacional de VOX por Ceuta.

La posición de VOX sobre el asunto es de hecho de choque frontal con las políticas del Gobierno y sólo toma los acontecimientos pasados, aunque recientes, de hostilidad de Marruecos hacia España, ignorando otros. Así en su argumentario tiene especial peso lo sucedido en mayo del pasado año en el Tarajal o la reciente entrada masiva de inmigrantes en Melilla (anterior al acuerdo), otras acciones unilaterales por parte de Marruecos también entrarían en el escenario que describe VOX, como el cierre fronterizo al paso de mercancías anterior a la pandemia. Si bien, cabe recordar algunos hechos que VOX no toma en consideración, como por ejemplo, que sin estar bajo el paraguas de la OTAN, España ya gestionó como si ambas ciudades lo estuvieran de facto la crisis que motivó el repostaje de buques rusos en el puerto de Ceuta. Fue en esa ocasión precisamente la OTAN quien requirió a España que actuara para denegar las paradas técnicas, como si se estuvieran produciendo en territorio OTAN.

O también, en la misma línea, la posición adoptada ahora por España respecto al Sáhara va en la línea de los aliados naturales del país en la comunidad internacional y en la propia OTAN como Estados Unidos, Alemania o Francia.