El detonante la polémica, esta completamente imprevista, fue de nuevo la intervención del portavoz de Vox, Carlos Verdejo, que, sorpresivamente, exigía al PSOE el mismo énfasis que ponen reclamando atención para los felinos en la protección de todos los animales. El portavoz de Vox establecía así un paralelismo inesperado con la “ilegalidad” de otros “maltratos a animales” que se dan “sistemáticamente” en Ceuta “todos los años”. Sin mencionarlo expresamente, Verdejo giraba el debate hacia el sacrificio de corderos en el Aid el Kebir. “Dejemos atrás la demagoga de siempre, no queremos que nadie renuncie a sus festividades, pero respetando los derechos de los animales, si no se cumple la ley corremos el riesgo de parecernos a Marruecos o a cualquier país del Tercer Mundo.

El inesperado giro del debate enervó, como era de esperar, a los portavoces de MDyC y Caballas, Fatima Hamed y Mohamed Alí. “Si son tan animalistas serán antitaurinos, ¿no?”, respondía con sarcasmo Hamed. “Son legales”, rebatía Verdejo. Una alusión a la tauromaquia que fue la antesala del enfrentamiento, que terminó de explotar cuando el diputado Francisco Ruiz, indignado por las palabras sobre las corridas de toros, interrumpió a la portavoz localista a voz en grito —sin que los micrófonos de ambiente permitieran entender sus palabras—. 

Para Mohamed Alí, la actitud de Vox roza la “esquizofrenia”, declarándose animalistas y taurinos. Ali recordó a Verdejo que pese a su obsesión con la población musulmana de Ceuta y sus tradiciones, “vamos respetar la ley pero no vamos a dejar de ser musulmanes”. Alí también reflexionó si tanto Caballas como MDyC “deben entrar al trapo” de Vox. “El resto de grupos de lo deberíamos hablar, no sé si hacemos bien entrado al trapo, alimenta una serie de personas con una serie de argumentos muy nocivos para esta ciudad y no es consciente de lo que puede traer esto para el futuro. Va a llegar un momento en el que van pasar cosas y el responsable van a ser usted mensajes de odio, fobia y miedo”.

Pero, así y todo, pese a su reflexión, Mohamed Alí no pudo evitar elevar el tono y acusar a Vox de “haber ofendido aquí a la mitad de la población diciendo que la mayor pascua musulmana es ilegal. No me sale de mis santos cojones aceptarlo”.

Una vez calmadas las aguas, fue el diputado socialista quien resumió la situación con amargura: “Si apoyándonos en una protesta para la protección de perros y gatos terminamos hablando de un conflicto religioso, vamos muy mal. Buscan el conflicto rezando el rizo”.