El líder de VOX en Ceuta, Juan Sergio Redondo, se ha sentado este jueves en la sala de prensa de la Ciudad Autónoma para atender a los medios de comunicación, como es habitual que haga una vez al mes y atendiendo preguntas -ha hecho hincapié en esto-. Lo ha hecho para insistir en el discurso de la formación al hilo de los últimos temas de actualidad, el acuerdo de España con Marruecos y la visita de Sánchez, la tensión en los Plenos, pero también para pedir al resto de grupos en la Asamblea que este viernes rompan el cordón sanitario que, en cierto modo, mantienen con su partido político, para sacar adelante la municipalización del servicio de autobús en la ciudad. 

“Es una cuestión que trasciende lo ideológico, o los cordones sanitarios o la tensión permanente de los Plenos. Está en juego el futuro de los trabajadores y del servicio. La situación de la empresa es muy complicada y el Gobierno sabe que la única salida es la municipalización como ya están haciendo otras muchas ciudades como Algeciras o la Línea”, ha repasado Redondo.

“Ceuta tiene que dar ese paso y los grupos políticos tienen que ser consecuentes”, ha insistido Redondo. VOX vuelve a plantear esta propuesta en el Pleno, después de varios intentos. “Es la salida lógica y necesaria a la situación tan crítica que viven los trabajadores. Dinero hay. Falta voluntad política y que no haya sectarismo político”, ha reclamado Redondo.

La situación crítica de la empresa se vive desde que la frontera cerró el viernes 13 de marzo de 2020, un día antes de que se decretara el confinamiento por la pandemia. La empresa explota un servicio público cuya concesión caducó. Y para el que los nuevos pliegos que debían modernizar y mejorar el servicio, el entonces consejero competente en la materia, Jacob Hachuel, dijo tener casi terminados en el propio Pleno a finales de la pasada legislatura hace ya más de 3 años. Pero el concurso nunca se ha licitado. Y la empresa que hace 50 años resultó agraciada con la concesión del servicio sigue explotándolo reclamando inyecciones constantes para no quebrar del todo desde 2020 al Gobierno de la Ciudad.

Redondo pide ahora abandonar el sectarismo político para municipalizar el servicio. Una postura defendida históricamente y durante años por la izquierda local, desde Caballas al PSOE, el PSPC, UDCE y los propios sindicatos. Pero VOX tuvo también la oportunidad de volcar la mayoría de la Asamblea a esa posición en los meses que hizo de muleta del PP para apoyar el Gobierno. Entonces votó en contra de esta opción que ahora reclama. Y este viernes casi con total probabilidad quienes han venido reclamando a lo largo de los años la municipalización del servicio votarán en contra de la propuesta de VOX. Sectarismo político o cualesquiera otra etiqueta que se quiera poner es seguro que es de ida y vuelta.

Para terminar de complicar lo que ya de por sí es difícil de entender. VOX, también por boca de su máximo dirigente, ha reclamado este jueves de nuevo una idea casi troncal en su discurso: mantener la frontera cerrada. Es decir mantener en el tiempo el hecho que ha originado la enorme crisis en la empresa que quiere municipalizar. Eso sí, es un cierre fronterizo por motivos absolutamente políticos, aunque habrá quien pueda juzgarlos de sectarios.

“Nuestra posición es que la frontera permanezca cerrada hasta que Marruecos reconozca de forma pública y expresa la soberanía española de Ceuta, Melilla y Canarias”, ha afirmado sin titubear Redondo al ser preguntado por las condiciones en las que consideraba VOX que debería reabrirse el Tarajal, ahora que parece que el asunto va a tomar vuelo con la próxima visita del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Marruecos el 1 de abril.

Traidor, cobarde, promarroquíes y colaboracionistas

VOX ha insistido en descalificar no ya sólo el acuerdo alcanzado por el Gobierno de España con Marruecos sino al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El acuerdo implica un cierto matiz en la postura que había mantenido el país, aunque siga siendo muy similar a la adoptada ya en 2007 por Zapatero, respecto al Sahara y parece conllevar la renuncia de Marruecos a reivindicar o poner en duda la soberanía de Ceuta, Melilla y Canarias. Pero VOX no cree que Marruecos vaya a respetar nada. “Sólo hay una carta”, ha dicho Redondo en alusión al escrito de Sánchez al Rey Mohamed VI, en la que “no se dice nada de Ceuta, ni de Melilla ni de Canarias”.

Para Redondo, Sánchez vino a Ceuta a buscar el “único apoyo incondicional a su indigna y traicionera posición en su actitud cobarde, traicionera y servil a Marruecos”, ha descalificado. Lo mismo de Vivas al que ha criticado por posicionarse en contra del propio PP nacional o para el ministro de exteriores. Todos ellos “promarroquíes” y “traidores” de Ceuta “a cambio de nada”.

Porque Redondo no se cree que Marruecos vaya a respetar nada y más bien cree que el acuerdo lo que “evidencia” es la “debilidad del Gobierno español” y que conseguirá lo contrario de lo que “se jactan” ahora. El fin de Ceuta, y el riesgo absoluto para la ciudad, “un daño irreparable”.

Redondo cree de hecho que Sánchez ha puesto a la “institución” de la propia Ciudad de Ceuta “en peligro”.

Y como no ve pruebas de que Marruecos vaya a respetar nada las quiere públicas y por escrito. Aunque el silencio atronador de Rabat con la visita de este miércoles del presidente del Gobierno de España a Ceuta y Melilla pueda interpretarse como una prueba en sí misma, si se tiene en cuenta que ni Felipe González, ni José María Aznar, ni Mariano Rajoy se atrevieron a pisar las dos ciudades autónomas en el ejercicio de su cargo como presidentes para no desairar a Marruecos. 

Complot en los Plenos

En su rueda de prensa, Redondo también ha incidido en señalar un complot en los Plenos contra su formación. Según su versión todos los grupos políticos, del PP, al PSOE, pasando por MDyC, Caballas y los “transfugas de VOX” les crispan a ellos y no ellos a los demás. Luego Vivas ejerce su poder para terminar de manchar su imagen con sus turnos de palabra ilimitados y luego los medios de comunicación, comprados por el Gobierno rematan el “plan orquestado” por el PP, insistiendo en que es VOX quien tensa, insulta y falta al respeto y no los demás.

Aunque luego el partido insista como este jueves en descalificar sin rubor alguno a adversarios políticos, pero también cargos públicos, tildándolos de “traidores, cobardes y colaboraciones de políticos” o en acusar a los medios de comunicación de falta de rigor e independencia con carácter general. Los mismos medios que hoy tenemos que congratularnos de poder preguntar al líder de VOX una vez al mes, aunque nos quiera cerrar.