Vox no quiere que el Pleno debata, como hará este jueves a propuesta del MDyC, si conviene declarar persona non grata, indeseable, en Ceuta a su presidente nacional, Santiago Abascal. Para intentarlo no se le ha ocurrido nada mejor que presentar una enmienda de sustitución con el fin de que la Corporación redirija la discusión hacia la necesidad de "instar al Gobierno de la Nación a que impida que imanes al servicio de los intereses de Marruecos continúen ejerciendo su actividad en las mezquitas de Ceuta".

La enmienda no tiene nada que ver con la propuesta de los de Fatima Hamed. El PP ha presentado otra con rigor parlamentario en la que aboga por "rechazar" las declaraciones efectuadas en la ciudad por Abascal el pasado día 24 de mayo, cuando afirmó que en la institución local existen partidos que son "quintacolumnistas" de Mohamed VI, por considerar que "dichas declaraciones son falsas, debilitan la unidad en la defensa del bien superior de nuestra españolidad, perjudican la convivencia y favorecen las infundadas tesis marroquíes”. Que prospere o no dependerá de la posición que adopte el PSOE al respecto.

Para Vox, sin embargo, es "más necesario" que hablar de Abascal hacerlo de los imames, "una cuestión que cada vez más genera más preocupación entre los ceutíes". "Santiago Abascal regresará y visitará Ceuta cada vez que sea necesario para demostrarles a los ceutíes que en Madrid también hay quienes tienen en cuenta sus problemas y defenderán la soberanía española de la ciudad”, han advertido los de Juan Sergio Redondo.

Asimismo, Vox ha dicho que "en su última visita, Abascal alertó de que existen políticos y ciertos sectores ciudadanos que “sirven a los intereses del Reino de Marruecos, tanto por acción como por omisión”. “Uno de los elementos que marroquinizan nuestra ciudad es el hecho de que cerca de la totalidad de imanes están dirigidos y contratados por el Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos”, ha señalado.

"Ante este escenario defendemos sustituir a los imanes pagados por Marruecos por otros dirigidos por organizaciones plenamente españolas e independientes de otros países ante el riesgo de la propagación de mensajes e ideologías impulsadas por Mohamed VI”, ha resumido.