
Como alternativa, Vox propone acondicionar el antiguo centro penitenciario de Los Rosales para el “alojamiento y custodia” de los menores extranjeros no acompañados. “Una solución que debe pasar por controlar al alrededor de medio millar de menores extranjeros no acompañados, sumando los atendidos en los centros destinados a ello, La Esperanza
y Mediterráneo, más los que deambulan por las calles sin ningún registro ni control. Una situación que se agrava cuando estos menores no controlados pasan las veinticuatro horas diarias en la calle, suponiendo una infancia desarrollada en los ambientes más hostiles y marginados, donde la Ley del más fuerte impera dándose todo tipo de altercados entre ellos mismos, siendo los más débiles especialmente susceptibles de ser víctimas de abusos de todo tipo”.
Desde Vox insisten en que las instalaciones del Centro la Esperanza, no fueron diseñadas para el uso que actualmente se les está dando, hecho que provoca las fugas diarias de menores burlando al estéril sistema de seguridad, como también ocurre en el Centro Mediterráneo