La Autoridad Portuaria de Ceuta presentó a bombo y platillo en 2017 un concurso de ideas para la selección del proyecto de rehabilitación arquitectónica del Tinglado número 4 del Muelle de España; un proyecto para el que la APC quería conocer el parecer de los ceutíes, que ,durante varias semanas, votaron su diseño favorito en una web habilitada al efecto. Sin embargo, nada más se supo al respecto... Hasta esta misma semana. 

Los responsables del Puerto por fin ha sacado a licitación la reforma del mencionado Tinglado. Este es el último de los almacenes que todavía está en uso de entre todos los que se construyeron en el Muelle de España en el año 1953. En la actualidad, hace de sede del Museo del Mar, archivo histórico de la Autoridad Portuaria de Ceuta. El objetivo de esta actuación es «conjugar el uso portuario con la apertura del muelle al acceso y disfrute de la ciudadanía» en el marco del proyecto de integración puerto-ciudad. En la actualidad, el Museo del Mar está técnicamente cerrado y cuenta muchos problemas estructurales, en especial, en su cubierta de fibrocemento, que presenta numerosas filtraciones.

La meta del proyecto es dotar a la ciudad autónoma de un nuevo icono; un edificio singular y de líneas modernas que dará un nuevo sentido al Muelle de España y un nuevo atractivo turístico adicional a Ceuta. 

Aunque se mantendrá la planta del antiguo almacén, la edificación será totalmente nueva y muy diferente. «El nuevo edificio se encuentra en constante diálogo con la sede de la Autoridad Portuaria, la torre de control y con el propio entorno que lo rodea; el mar y la ciudad de Ceuta», explica el proyecto. «Sin querer perder la esencia de almacén portuario y su relación con el mar, la estructura planteada pretende dar respuesta a todos los condicionantes externos existentes».

El nuevo aspecto exterior de la construcción nos describe lo que ocurre en su interior. La fachada estará marcada por un zócalo de ladrillo de color oscuro y una nueva cubierta pensada para iluminar el propio edificio, pero, también, como plataforma para aquellos que quieran encaramarse al tejado para disfrutar de las vistas desde un emplazamiento privilegiado.

«La nueva cubierta adquiere parte del protagonismo del edificio con la ejecución de unos salientes retranqueados respecto a todas las fachadas y con la posibilidad que ofrece el acceso a ella. Estas cajas tendrán diferentes utilidades dependiendo de la zona del edificio en el que nos encontremos: en la zona del museo, serán lucernarios que captarán la luz norte para iluminar el espacio expositivo y el núcleo de comunicaciones; en la zona central, la caja será el castillete de salida a la parte de la cubierta transitable; la situada más al norte, albergará las máquinas de las instalaciones necesarias para su funcionamiento. De esta forma, dicha cubierta se convertirá en otro espacio utilizable del edificio», según los autores del proyecto.

Ya en el interior, el diseño del museo pretende retrotraernos al fondo del mar por medio de la impenetrabilidad de la planta baja y a la tamización de la luz en fachada y en cubierta, consiguiendo distintos ambientes en las zonas expositivas que nos mostrarán la vida y la actividad del océano. Los archivos, aseos y salas de informática quedarán «bajo el mar» gracias a la impermeabilidad de la fachada, puesto que se trata de espacios en los que se necesita cierta privacidad. En el nivel 1, los usos proyectados adquieren un carácter más público, con espacios diáfanos e iluminados gracias a los ventanales proyectados. En esta planta, se situará el salón de actos y las zonas de estancia; en la zona del museo, quedará ubicada la dirección.

«El proyecto de la adecuación interior y exterior del Tinglado aspira a que el nuevo edificio se convierta en un icono de la ciudad de Ceuta; un edificio que imprima carácter, que lo distinga del resto; un edificio singular», reivindican los responsables del programa.