Delegación y Capitanía velarán porque el rescate del barco encallado no conlleve vertidos de fuel


Delegación y Capitanía velarán porque el rescate del barco encallado no conlleve vertidos de fuel

El delegado del Gobierno, Jenaro García Arreciado, y el capitán marítimo de Ceuta, Jesús Fernández, han ofrecido los primeros datos sobre el buque egipcio encallado a media milla de la costa ceutí. La Administración del Estado velará en todo momento para que el rescate del buque no conlleve vertidos de fuel y por lo tanto contaminación en la zona. Una operación de reflote que parece que finalmente realizará Sasemar, después de que el armador no haya  llegado a un acuerdo definitivo con las empresa especialista Svitzer Wijsmuller, cuyos técnicos ya están en Ceuta.

Finalmente se remolcará el buque mañana hasta el puerto, después de que los informes técnicos eliminasen las dudas sobre el peligro de la operación. El barco, con 30 años de antigüedad, presenta serios daños en el casco, así como en dos tanques de combustible que contienen algo más de 50 toneladas de fuel. El carburante flota sobre el agua que ha inundado los tanques, por lo que la operación de reflote deberá realizarse con cuidado para evitar que ese agua salga, seguida del fuel.

El impacto del buque con los isleros ha provocado que quede al lado de una pieda de 8 metros, aunque no está clavado, sino acostado, por lo que sería posible retirarlo remolcándolo en dirección contraria. Una operación probable, aunque no se sabe si con toda la carga o aliviado de ella para evitar posibles fracturas.

El encallamiento tienen su origen al parecer en una negligencia de la tripulación, que se aproximaba a Ceuta sin las cartas náuticas necesarias. La posibilidad de sanciones no es una prioridad por el momento, según el capitán marítimo, aunque es un proceso que se llevará a cabo cuando llegue el momento.

El Alzharaa está incluido en la lista negra del memorando de París, según ha informado el delegado, por lo que es un barco especialmente vigilado por las autoridades de varios países. De  hecho, ha sido detenido dos veces en los últimos meses en el puerto de Amberes por no cumplir con ciertas medidas de seguridad. Prueba de su mal equipamiento es el hecho de contar con 33 tripulante, cuando un mercante moderno de estas características no suele superar la docena.

Delegación y Capitanía velarán porque el rescate del barco encallado no conlleve vertidos de fuel


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