La lonja del muelle pesquero ya no es el desastre que era hace unos meses. Algo más de 50.000 euros de inversión después, luce como nueva pero la exportación de pesca al otro lado del Estrecho sigue teniendo varios pasos pendientes. Una vez concluidos los trabajos adjudicados por la Autoridad Portuaria a finales del año pasado a ‘Estructuras del Estrecho’, el sector espera ahora “apoyo” de la Administración para proceder al equipamiento del inmueble con las herramientas imprescindibles para operar en las condiciones establecidas por las autoridades comunitarias.

En abril de 2014, hace ya más de dos años, Ciudad y Delegación del Gobierno acordaron con los ministerios de Asuntos Exteriores, Sanidad, Hacienda y Economía “impulsar” la inclusión de Ceuta en la lista de países y territorios autorizados a la exportación de productos de origen animal al territorio aduanero común.

La hora de ruta, empezando por productos procedentes de la pesca extractiva, estaba definida: tramitar una solicitud formal para la inclusión de Ceuta en la lista de países y territorios autorizados a la exportación al territorio aduanero común; verificación de las condiciones exigidas “por parte de las autoridades nacionales, primero, y europeas, después”; e inspección comunitaria por parte de la Oficina Alimentaria y Veterinaria.

Antes de avanzar en ella, Ciudad, Autoridad Portuaria y sector deben llegar a un acuerdo para dotar a la infraestructura de, por ejemplo, la maquinaria para efectuar las transacciones que garantice el seguimiento de la trazabilidad del producto. Responsables de la Cofradía se han reunido recientemente con representantes del Ejecutivo local.

La Consejería de Sanidad está a la espera de que se pueda concretar, si es viable, ese respaldo económico para solicitar a la Unión Europea la visita de sus inspectores con el fin de que puedan acreditar que la lonja cumple todos los parámetros necesarios.

La Sección de Inspección Veterinaria y Seguridad Alimentaria de la Ciudad Autónoma emitió en mayo de 2014 un informe en el que alertó de que “para poder desarrollar su actividad” y “si queremos que sea autorizada para que se puedan exportar productos pesqueros frescos hacia la Península y el resto de países europeos” la lonja debía ver subsanadas una larga lista de “deficiencias” y contar con una dotación de personal “suficiente”.

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