Las tres compañías navieras que operan en la línea marítima Algeciras-Ceuta han terminado de convencer a las autoridades a la primera de cambio de que el mantenimiento, siquiera en situaciones puntuales, del intercambio obligatorio de billetes es no ya una situación "no deseable", sino una circunstancia directamente a extinguir.

La Capitanía Marítima de Ceuta y Marina Mercante intentarán demostrar a partir de este lunes si Acciona, Baleària y FRS convirtieron este viernes entre las 14.00 y las 22.00 horas, el tiempo que duró la imposición del intercambio de pasajes entre Algeciras y la ciudad autónoma, la ruta en la casa de Tócame-Roque.

La historia arranca este viernes por la mañana, cuando Protección Civil, con el aval de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), insta a la Capitanía Marítima de la localidad gaditana a acabar durante todo el fin de semana con la libre competencia entre Algeciras y Ceuta previendo una "avalancha" de marroquíes en dirección a sus lugares de origen con motivo del inicio de la Operación Paso del Estrecho (OPE).

Pese a los recelos de las Capitanías de ambos lados del Estrecho, el intercambio se impone, tal y como establece la normativa para es tipo de situaciones desde 2010, con una tarifa máxima de 37,76 euros, un 10% más elevada que el año pasado "para compensar el encarecimiento del combustible y el aumento de las tasas portuarias en Algeciras que no se ha aplicado en Ceuta", según ha informado esta mañana a Ceutaldia.com el capitán marítimo ceutí, Jesús Fernández Lera.

A las 14.00 horas comienza el dislate, pues según las informaciones que maneja tanto la Capitanía ceutí como este medio cada naviera maneja la reglamentación a su antojo: Acciona sube ese precio máximo hasta 44 euros "aplicando cargos de emisión, de agencias y otros extras que habrá que comprobar si se pueden cargar o no al margen de la tarifa máxima establecida"; Baleària empieza a cobrar en ambos sentidos ese precio "cuando solamente se podía hacer en dirección a Ceuta" y FRS mantiene precios por debajo del costo pactado.

"El intercambio es una situación no deseable que se mantiene para situaciones extraordinarias de gran afluencia de pasajeros para evitar incidentes de Orden Público que pudieran derivarse de mantener a los viajeros muchas horas en el puerto esperando y que a partir de 2010 se regula por una tarifa máxima y no por un acuerdo particular entre las navieras, como se hacía hasta entonces, para evitar sanciones de Competencia", ha detallado Fernández Lera, quien ha avanzado que a partir del lunes deberá revisarse si efectivamente las compañías vulneraron todo lo establecido.

"Durante la tarde contactamos", ha ampliado el capitán marítimo ceutí, "con Marina Mercante y Protección Civil para eliminar el intercambio, dado que las expectativas de llegada de viajeros no se correspondían con las previsiones iniciales de gran demanda de pasajes, por lo que a las 22.00 horas la Capitanía de Algeciras derogó la imposición del intercambio y la situación volvió a la normalidad".

El intercambio se impondrá con más rigor

Veinte minutos antes de que se concretase tal decisión, el Gobierno ceutí emitía un comunicado de prensa poniéndose duro tildando de “desafortunada” la "aplicación este fin de semana de un tarifa que no distingue entre residentes y no residentes" y esperando que el Ministerio de Fomento rectificase este sábado "como muy tarde". La nota, aparte de poner en cuestión la tan cacareada coordinación institucional, daba carta de naturaleza a un hecho que Fernández Lera ha desmentido "rotundamente" que se haya producido nunca.

"La tarifa máxima para situaciones de intercambio obligatorio de billetes no distingue entre residentes y no residentes porque nunca lo ha hecho, ya que el descuento del 50% se aplica, como el resto del año, sobre el precio inicial del billete, tal y como se hizo también este viernes", ha dejado claro Fernández Lera, quien también ha reconocido que la aplicación de este régimen excepcional deberá controlarse aún más exhaustivamente en el futuro para evitar situaciones como la de tener que sancionar a navieras por dejar los precios más baratos de lo establecido.

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