Las muy serias advertencias de la Dirección General de la Marina Mercante, que este viernes anunció la apertura de un expediente sancionador a las tres navieras que operan en la línea marítima que une Ceuta y Algeciras "para depurar las responsabilidades que se pudieran derivar por el incumplimiento, el 24 de junio, de la Resolución de la Secretaría General de Transportes en la que se establecen las obligaciones específicas a las compañías marítimas durante los periodos de intercambio de billetes con motivo de la Operación Paso del Estrecho" no parecen haber surtido todo el efecto que esperaba el Ministerio de Fomento.

La Capitanía Marítima de Algeciras decidió este sábado imponer el intercambio obligatorio de billetes entre Algeciras y Ceuta desde las 22.00 horas y el domingo ha pasado lo de siempre: cada compañía ha hecho lo que mejor le ha parecido con las instrucciones de las autoridades. Acciona, que hace días cobraba los pasajes a 44 euros (siete por encima del precio máximo e insuperable, según Marina Mercante, de 37,73 euros para este tipo de situaciones), y Baleària, que el último viernes de junio optó por cobrar esta tarifa tope en ambos sentidos cuando sólo se podía en dirección sur, se han ceñido este fin de semana a la norma y han cobrado 37,73 (descuento de residente no incluido) por pasajero y la nada desdeñable cantidad de cien euros por vehículo.

Así, a un residente cruzar el Estrecho le ha costado este domingo algo más de 120 euros por un solo trayecto, exactamente lo mismo que costaba el viernes un billete de ida y vuelta para dos empadronados en Ceuta con coche (cuyos pasajes sirven igualmente en coyunturas de intercambiabilidad obligatoria).

FRS, la tercera en discordia, ha optado por el camino del medio. La naviera rápida, la única que aplica el descuento de residente a los extranjeros no comunitarios con todos sus papeles en regla, ha cobrado 41 euros por cada billete de pasajero, un 10% más de lo establecido, pero ha mantenido los precios para los vehículos.

Además, no ha aceptado la intercambiabilidad para viajeros con tickets de otras compañías, algo que sí han hecho las demás con los suyos, ya que según las explicaciones de sus taquilleros quienes les habían comprado el billete a ellos "tienen prioridad de embarque".

El carril especial de residentes en Ceuta habilitado en el puerto de Algeciras se ha convertido, así, este domingo de nuevo en un escenario fértil para el pataleo, con algunos ceutíes más que indignados después de que en las ventanillas, al protestar por el precio de intercambio para coches que no aseguraba tomar el primer barco en salir, se les advirtiese de que tener un automóvil es "un lujo que hay que pagar".

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