Historia de unos marineros

-Los trabajadores ahora despedidos por Mahersa pasaron del CAS a Urbaser con anterioridad, pero siempre realizando las mismas funciones

Lo que más ha sorprendido a Comisiones Obreras cuando ha cogido la defensa de los trabajadores despedidos de la empresa que gestiona la dársena deportiva, Mahersa, es que la misma se llevara 96.000 euros en subvenciones por contratar a ocho trabajadores, cuando todos ellos, se encontraban ya trabajando en esa misma función para otra empresa y lo venían haciendo desde hace entre 13 y 30 años, según el trabajador.

Y es que los trabajadores ahora despedidos y supuestamente acosados llevan largo tiempo desempeñando la misma labor, la del mantenimiento de la dársena deportiva y la atención a los usuarios del puerto. Son marineros desde hace décadas.

En un primer momento su contrato dependía del Club Náutico CAS. Pero cuando la entidad quebró y el Puerto decidió sacar a concurso la gestión del Puerto Deportivo no dejaron de ser ellos quienes atendían a los usuarios.

El delegado de personal, ahora despedido, de Mahersa, Julio Peña recuerda que el CAS perdió la concesión por deber dos años a la Autoridad Portuaria.

Julio Peña recuerda bien que en aquel entonces se les propuso crear una cooperativa para hacerse cargo de la gestión de la dársena. Si bien la Autoridad Portuaria les dejó claro que sólo estarían dos años haciendo esa función mediante la cooperativa, el tiempo que iba a durar la tramitación del concurso para la gestión de la dársena. El tiempo que tardó Mahersa en ganar el concurso y comenzar a operar en el Puerto Deportivo.

Así que los trabajadores dijeron que no a esa cooperativa y todos, menos uno, fueron contratados por Urbaser, empresa que pasó a hacerse cargo de sus nóminas y de la gestión del Puerto Deportivo, actividad que no figura en el abanico de servicios que ofrece la empresa del grupo Dragados y que en la ciudad tiene la concesión de la limpieza viaria.

Julio Peña recuerda que en ese cambio del CAS a Urbaser les “hicieron perder toda la antigüedad. Nos dijeron que firmáramos porque no nos iban a pagar unos tres meses que nos debían ya”. Y firmaron, claro.

Durante esos dos años, el Puerto pagaba a Urbaser, según Peña “para que no hiciéramos ruido y no pasáramos a formar parte de la plantilla de la Autoridad Portuaria”.

Después de dos años trabajando para Urbaser, Mahersa ganó el concurso y se quedó con la gestión de la dársena deportiva. Entre las condiciones que tuvo que asumir fue la de quedarse con estos trabajadores, que ya venían haciendo esa misma función. Los contrató, pero quiso rebajarles el sueldo y hacerles perder toda la antigüedad, en algún caso más de 25 años. Los sueldos, según recuerda Peña, que querían pagar eran de poco más de 700 euros.

“Fuimos a ver a Juan Vivas. Llamó a Torrado (el presidente del a Autoridad Portuaria). Lo sentó ahí con todos los empleados y le dijo a Mahersa que los sueldos se iban a respetar íntegros”, relata Julio Peña. Finalmente cobraron unos 1.100 euros y se respetó la antigüedad.

Pero la empresa, Mahersa, optó entonces por pedir subvenciones a Procesa por contratar de forma indefinida a estos trabajadores, que ya venían haciendo esa función de antiguo. Finalmente se llevaron 96.000 euros, 12.000 por cada uno de los ocho trabajadores que contrató. A día de hoy quedan sólo dos en la empresa, los dos permanecen de baja psicológica.

Mahersa asumió todos los trabajadores que procedían del CAS, menos a uno. “Todos menos uno. La empresa no lo quiso y el Puerto lo colocó en Balearia de amarrador. Lo que pasa es que la empresa no quiso a uno, por que tuvo sus más y sus menos y lo colocó en Balearia Torrado o quien fuese”, explica Julio Peña.

Lea también:

Mahersa despide 4 trabajadores por los que cobró 48.000 euros en ayudas de Procesa 

De marinero a limpiador y cajero

Historia de unos marineros


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad