El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, que cerró el año pasado con números rojos por 1,6 millones de euros, Rafael Rodríguez, ha concretado este lunes en siete puntos sus prioridades al frente de la institución, de la que se hizo cargo hace apenas tres semanas tras la dimisión de José Torrado. Tras una reunión del Consejo de Administración, el ex director general de la Marina Mercante ha dejado clara su ecuación: hay que conseguir más tráfico de buques, pasajeros (turistas o no) y mercancías para que ese pulmón de la economía local siga funcionando.

Para conseguirlo se propone "crear un registro especial de buques" que atraiga embarcaciones de recreo, megayates y buques pesqueros a matricularse en Ceuta. Si solo en Gibraltar hay más de 800 inscritos, Rodríguez cree que en Ceuta también podría tener éxito si se implica el Gobierno de España a traves de la Secretaría General de Transportes del Ministerio de Fomento con la complicidad de la Dirección General de la Marina Mercante.

También quiere "incorporar a Ceuta" al mercado del gas natural licuado, el combustible que se impondrá en el mercado marítimo a muy corto plazo (en 2020 entrará en vigor el nuevo límite mundial de contenido de azufre del 0,5% para carburantes a buques) a través de tres posibles vías de abastecimiento y suministro: por tonelaje, en contenedores a presión o con gabarras, como ya se hace en otros dos puertos de España.

"Aprovechar" la explanada de la ampliación del puerto, hasta ahora inerte, es otra posibilidad que se está explorando "con la oportuna promoción comercial y el diálogo, ya iniciado, con operadores marítimos y navieras". "Diálogo" se quiere mantener también con el resto de puertos del entorno, tanto el de Algeciras, al que ya se ha cursado una visita, como el de Gibraltar (opina que los tres podrían formar un 'pool' que dejara para Ceuta lo que les "sobre" a los 'monstruos' del otro lado del Estrecho) y los de Tánger y Tánger Med.

En materia de seguridad, Rodríguez espera una llamada de la nueva delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, para intentar mejorar la "coordinación" entre la los recursos de la Autoridad Portuaria y las Fuerzas de Seguridad del Estado. La Guardia Civil, precisamente, verá en breve trasladada su base del Servicio Marítimo a la zona del muelle pesquero, en cuya lonja y alrededores se prevé acometer inversiones para "fomentar y convertir" el sector.

El nuevo presidente ha hecho suyo el plan ya iniciado para construir una nueva Estación Marítima, que todavía no tiene ni proyecto (se espera para 2019), y las iniciativas ligadas a la innovación y el desarrollo como la vigilancia de la fachada marítima del Puerto con aparatos no tripulados.

Rodríguez ha querido ser realista ("es muy difícil cambiar los sistemas de rutas de las navieras") a la hora de dar plazos para revertir la deriva del Puerto pero, en una comparecencia ante los medios con escasos antecedente no ya en años sino en décadas que se ha comprometido a repetir "cada dos meses", se ha mostrado optimista con respecto a las posibilidades de que la Autoridad Portura siga generando "riqueza y beneficio para Ceuta".