Los buzos continúan inspeccionando tanto el casco del mercante como el suelo marino para determinar la ruta de salida más ventajosa, en una operación que está siendo desarrollada por la Capitanía Marítima de Ceuta, los técnicos de Sasemar y la Dirección General de la Marina Mercante, después de que el armador no llegase a un acuerdo con la empresa contratada para el rescate del buque.
El Alzahraa permanece estabilizado y sigue sin detectarse ninguna fuga de combustible de las más de 50 toneladas de fuel que aún quedan en sus depósitos.