Sin apenas debate, el Pleno de la Asamblea ha aprobado por unanimidad el pronunciamiento institucional solicitado por Caballas en repulsa del sector naviero y su actitud hacia los ceutíes. Una repulsa a la que se ha sumado el Gobierno de la Ciudad a través del voto favorable del PP y que parecía impensable no hace tanto tiempo. Las ofertas realizadas en Marruecos para no residentes que igualaban o mejoraban las condiciones de los residentes parecen haber sido la gota que ha hecho colmar el vaso de la paciencia de todo el arco político.

Pero además de esa acción, se han enumerado otras, como la poca comprensión mostrada con la nueva implantación del certificado de residente.

El rapapolvo es unánime, y el Gobierno además ha pedido apoyo a la oposición para no quedarse en la queja y buscar soluciones al problema. En ese sentido el portavoz del Ejecutivo ha citado los trabajos que se llevan a cabo en la Mesa por la Economía en ese sentido y también las gestiones que viene realizando el Ejecutivo con el Ministerio de Fomento para intentar racionalizar las frecuencias y lograr así un abaratamiento de las tarifas.

La repulsa expresada en el Pleno se suma a las declaraciones públicas efectuadas en los últimos tiempos por prácticamente todas las formaciones políticas, si bien, adquiera más valor al tratarse de un pronunciamiento institucional expresado en la cámara que ostenta la represantación de todo los ceutíes e implicar por tanto a la institución de la Ciudad Autónoma de Ceuta.