25 pesetas


25 pesetas
El otro día recordaba mis veranos en la playa en los que las máquinas de videojuegos ocupaban un lugar preferente en esas larguísimas tardes sin televisión. Realmente uno veía más las partidas que otros jugaban, porque no había economía infantil que aguantase jugar toda la tarde. Nos divertíamos tanto viendo como jugando. La partida costaba [...]


El otro día recordaba mis veranos en la playa en los que las máquinas de videojuegos ocupaban un lugar preferente en esas larguísimas tardes sin televisión. Realmente uno veía más las partidas que otros jugaban, porque no había economía infantil que aguantase jugar toda la tarde. Nos divertíamos tanto viendo como jugando.

La partida costaba 25 pesetas y ahora, por lo que pude ver el otro día, cuesta un euro. Pensé que esas 25 pesetas, en los años ochenta, debían representar mucho más que un euro en la actual, por lo que me puse a buscar (con ayuda twittera) los datos que habrían de corroborar o rechazar mi idea.

Tomé 1986 como año de referencia, por aquello del Mundial de México, y según los datos del INE el salario medio bruto entonces era de 95.889 pesetas, por lo que 25 pesetas suponían un 0.0260%; en 2010 el salario medio bruto fue de 2.466,11 euros, por lo que el euro de la maquinita supone el 0.0405%. El resultado es que mi idea fue refutada, ya que en términos proporcionales una partida cuesta ahora un 55,76% más que en 1986.

No deja de ser curioso que en la época de las videoconsolas caseras de altísima resolución, las máquinas de videojuegos sean más caras que cuando no había ninguna otra opción, con la excepción del Spectrum 48k, claro.


Filed under: Celtiberia, Estadística, Geógrafo y sus cosas, Historia, Muy personal, Sociedad
Posted originally: 2010-09-06 19:04:54

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