AENA y los controladores aéreos vuelven a verse las caras en plena recta final del
estado de alarma en el que se encuentra España por decreto desde el pasado 4 de diciembre. Tras un año de conflictos y
la huelga ilegal del pasado diciembre, si en algo están de acuerdo las partes es en lo difícil que tienen llegar a cualquier acuerdo. Por eso, el ente público que gestiona los aeropuertos y el sindicato del gremio, el USCA,
han decidido someter a un árbitro externo la resolución de los grandes escollos en la negociación del convenio colectivo.