«La forma más justa de volar», reza la promoción de Samoa Air, una compañía que desde que comenzó a operar el año pasado se vanagloria de ser la primera en cobrar a los pasajeros según su peso.
Para comprar un billete en Samoa Air es obligatorio declarar el peso y someterse a un recargo por kilogramo en una tarifa que puede variar según la distancia del vuelo.
El personal de la aerolínea se asegura de que nadie mienta ni en un solo kilogramo y coloca una báscula en la zona de embarque en la que todos los pasajeros deben pesarse antes de subir al avión.
«La industria parte de un concepto equiv...