Uno de los aspectos que a mí, y a otros muchos, más nos está llamando la atención de la instrucción de la “Trama Gürtel”es el despiece procesal del caso en un buen puñado de tribunales. La instrucción comenzó en la Audiencia Nacional, luego pasó a los TSJ de la Comunidad de Madrid y la Comunitat Valenciana, y una parte al Tribunal Supremo. Esto se debe a los aforamientos de los diversos sospechosos e imputados.

El aforamiento es una institución que pretende proteger a determinados representantes de los ciudadanos por medio de la obligación de abstenerse de los demás tribunales y el encargo del ejercicio de la jurisdicción normalmente al más alto tribunal territorial. Esta protección es en virtud de la representación que ostentan, elegida popularmente, pero no debería constituirse en un obstáculo a la acción de la Justicia.

No tiene sentido que un caso relativo a una trama, siempre complejísimo, se instruya en tres órganos jurisdiccionales diferentes, al igual que no tendría sentido que los delitos relativos a las tramas del narcotráfico se instruyesen en el lugar donde se ha cometido cada uno de los delitos (sería una locura).

No estaría de más que se reformasen algunas leyes, incluso el novísimo Estatuto Valenciano, para que en el caso de múltiples aforamientos con jurisdicciones diferentes, recaiga la competencia en el Tribunal Supremo.