El embajador de Barack Obama en España, Alan D. Solomont, no tuvo un principio fácil, aunque sus dificultades no tenían nada que ver con las relaciones bilaterales sino con Washington: el Senado tardó casi cinco meses en confirmar su nombramiento, que fue anunciado el 6 de agosto pero no fue confirmado por la Cámara alta hasta el 24 de diciembre.
A principios de enero de 2010, este empresario y filántropo de 60 años se instalaba finalmente en Madrid, un año después de la marcha de su antecesor, Eduardo Aguirre.