Amazon ha vendido un millón de Kindle a la semana en diciembre. La tableta Kindle Fire ha sido el producto más deseado. Y la descarga de libros electrónicos también se ha disparado. A pesar de las buenas cifras de venta que el gigante estadounidense del comercio electrónico asegura que ha conseguido en esta campaña navideña en un
comunicado, a los analistas no les ha convencido: esperaban un crecimiento aún mayor, cercano al 40%, para el cuarto trimestre del año. En consecuencia, sus acciones fueron castigadas ayer en el mercado bursátil.