Aunque Amenábar asegura que está bastante familiarizado con los ordenadores, que maneja desde que tenía 14 años, la tecnología también le ha jugado alguna que otra mala pasada. Sin ir más lejos, recuerda especialmente cómo hace unos años le "desaparecieron las primeras 30 páginas del tratamiento de
Mar adentro en el Mac que tenía. Desde entonces, me pasé a PC".