-«Perfumista». No parece una profesión con la que se sueñe desde la niñez...
-¡Cuando era niña ni siquiera me daba cuenta de que tenía un sentido del olfato particularmente bueno! Lo descubrí después de cumplidos los veinte. Y como llevo en esto alrededor de cuarenta años, mi trabajo tiene a estas alturas tanto de entrenamiento profesional como de talento natural.
-Pero al crear una fragancia, ¿pesa más técnica o inspiración?
-Sin duda los dos aspectos son igualmente importantes.
-¿Qué pasos hay que dar?
-Lo primero, entender el cliente al que la fragancia va dirigida, y comprender igualmente...