Corría 1982 cuando tuvimos la dicha de ver en Barcelona un doble concierto de Roxy Music y King Crimson. Por aquel entonces, Bryan Ferry conjuntaba inmaculada camisa blanca y corbata estrecha con tejanos y blazer. Le acompañaban todavía Manzanera y McKay. Sonaron canciones de «Manifesto», «Flesh and blood» y aquel bello canto de cisne titulado «Avalon». Casi dos décadas después, Ferry compareció en el Festival de la Porta Ferrada con un impecable traje negro sobre la camisa blanca y corbata marca de la casa.
El tiempo transcurrido no ha hecho mella en su voz. Blindado con una decena de músicos...