La coalición Compromìs ha presentado esta mañana una denuncia en los juzgados de Valencia para que se investigue a la delegada de Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, y al concejal de fiestas, Francisco Lledó, por "prevaricación y abuso de poder". La queja se debe al cambio de ubicación de la mascletà del día 12 de mayo del cauce del Turia a la plaza del Ayuntamiento, coincidiendo con la marcha convocada por el 15-M en conmemoración de su aniversario.

Tras la toma de este espacio por los manifestantes, los diputados Joan Ribó, Consols Castillo y Pilar Soriano han calificado de “salvajada” la decisión de los responsables y han insistido en que, “si alguno hubiera cometido una imprudencia”, se podría haber producido “un baño de sangre”. "Entonces sí que se estaría investigando “por todos los sitios”, han afirmado.

La denuncia remarca la "decisión intolerable" del Ayuntamiento y expone la contemplación de penas de hasta 10 años por "poner en peligro la seguridad pública". En palabras de Ribó, "es arbitrario dar un permiso así" y responde a una "prevaricación clarísima". Los diputados de Compromís también han subrayado que, en cualquier caso, "había una falta total de prevención. No había ni un policía nacional y las vallas eran de las que se pone para no aparcar", sentenciaron.

Según han narrado los hechos, el Ayuntamiento tenía previsto la celebración de la pirotecnia en el río hasta el día 8 de mayo. Esa mañana, después de que los organizadores presentaran la petición de protesta, se fue "improvisando" con toda serie de "excusas descaradas" para mover los fuegos hasta la plaza. "Fue una excusa descarada para torpedear la marcha”, han expresado, “ porque se sabía que, igual que en ciudades como Barcelona o Madrid, la pretensión era celebrar el aniversario en el sitio donde fue la acampada”, ha resaltado. “Hay muchas mentiras por detrás y se saltaron todas las normas”. “A cada momento había una improvisación”, ha justificado el portavoz de Compromís.