Corruptio optimi, pesima


Corruptio optimi, pesima
Todas las generalizaciones son injustas, incluso la que se hacen sobre los partidos políticos. Corruptos los hay en los partidos, como también hay muchas personas honestas que quieren hacer cosas conforme a sus ideas. Cuando las tramas de corrupción proliferan en los partidos la responsabilidad no solamente se limita a los corruptos y su entorno, sino [...]


El Bigotes
Todas las generalizaciones son injustas, incluso la que se hacen sobre los partidos políticos. Corruptos los hay en los partidos, como también hay muchas personas honestas que quieren hacer cosas conforme a sus ideas.

Cuando las tramas de corrupción proliferan en los partidos la responsabilidad no solamente se limita a los corruptos y su entorno, sino también a ese conjunto de personas que nada tienen que ver con ellos, que no se han beneficiado, pero que tampoco hacen nada en contra.

Los partidos políticos tienen algo de pueblo: al final todo el mundo se conoce. Todo el mundo sabe si alguien ha mejorado su nivel de vida tras entrar a desempeñar un cargo, si de repente pasa de vestir ropa normal y prendas costosísimas, si es amigo de tales constructores y empresarios, si su familia ha mejorado su nivel de vida o si se tiene un Jaguar (aunque su mujer lo ignore).

Todo el mundo sabe o intuye la mierda, incluso los honrados. Unos callan para no llamar la atención ni pelearse con el poder, ya que los corruptos suelen ser poderosos (cosas del dinero); otros callan porque quizás estén esperando tu oportunidad; otros porque piensan que denunciar la corrupción perjudicaría al Partido, como si ésta no fuera perjudicial por sí misma.

La gestión que hizo el PSOE de sus grandes escándalos de corrupción (la época de FILESA) fue desastrosa: se negó todo, se atacó a quienes investigaban y se defendió el honor de quienes ya lo habían perdido. Muchos callaron y se limitaron a dolerse de lo sucedido, pero fueron la Justicia y el electorado los que hicieron la necesaria cirugía.

Ahora el Partido Popular se comporta de la misma forma: en vez de reconocer lo que todos saben (que “El Bigotes” es lo que es y que lo tenían en casa) hablan de persecución; en lugar de echar a patadas a los corruptos y sus protectores, permiten que les dicten el discurso; se defiende y no se investiga y se depura.

Si la parte sana no hace nada, se termina contagiando a causa de su inacción. Uno no es honesto o bueno porque no sea un corrupto, sino porque liquida la corrupción entre sus filas a cualquier precio. Si no lo hace, deja de estar en la parte sana.

Posted in Ética, Celtiberia, Corrupción, Partido Popular, Partidos Políticos, PSOE

Posted originally: 2009-10-07 21:25:22

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Corruptio optimi, pesima


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