Cuando el crimen organizado consiguió ser un estado


Cuando el crimen organizado consiguió ser un estado
La independencia del Kosovo ha sido polémica dentro de los países europeos hasta el punto que algunos como España y Rusia, por cuestiones más internas que internaciones, todavía no han reconocido la independencia de este séptimo fragmento de la antigua Yugoslavia y tampoco tienen idea de hacerlo. Kosovo se independizó para perder la independencia el [...]

La independencia del Kosovo ha sido polémica dentro de los países europeos hasta el punto que algunos como España y Rusia, por cuestiones más internas que internaciones, todavía no han reconocido la independencia de este séptimo fragmento de la antigua Yugoslavia y tampoco tienen idea de hacerlo.

Kosovo se independizó para perder la independencia el día siguiente y someterse a una especie de protectorado, a través de algunas Organizaciones Internacionales, hasta tener la suficiente arquitectura institucional para funcionar como Estado. Kosovo ha sido la ‘via tertia’ entre el mantenimiento de la integridad serbia a todo coste o la anexión de este territorio por parte de Albania. Una decisión que, personalmente, nunca he compartido y que se ha debido más a ese tipo de sentimentalismo que considera que reparar de los atropellos equivale a crear estados.

Pero Kosovo ha demostrado ser un estado débil, problemático e inviable. Si en Europa hay alguien que sea candidato a ser considerado ‘estado fallido’, ése es Kosovo. Los informes de la OTAN que ha publicado ‘The Guardian’ y el informe del Relator del Consejo de Europa no dejan lugar a dudas: Kosovo está gobernado directamente por organizaciones criminales cuyos ‘capos’ son los máximos dirigentes del Estado kosovar.

El crimen organizado siempre ha intentado infiltrarse dentro de las estructuras estatales para conseguir sus objetivos, desde cierta capacidad de protegerse de las acciones represivas hasta para facilitarle en la consecución de sus objetivos (con una amplia gradualidad). Pero el sueño dorado de cualquier organización criminal es ser ella misma un estado, tener las inmnidades, facultades y recursos de un estado y, sobre todo, una base territorial segura desde la que operar.

Con la independencia de Kosovo lo han conseguido. Tienen un estado, cerca del centro de Europa, donde ser inmunes a los restantes estado y si alguien piensa que esto se quedará allí está confundido, porque las organizaciones criminales han demostrado, desde hace más de un siglo, su capacidad de traspasar fronteras.


Filed under: Corrupción, Europa, Kosovo, Política, Política Internacional
Posted originally: 2011-01-26 09:00:51

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