El Rayo del Líder, aquel precioso pura sangre de raza árabe que Muammar el Gadafi regaló a José María Aznar para agradecerle la visita que le hizo a Trípoli en septiembre de 2003, terminó en las caballerizas de la Guardia Civil de Valdemoro, sin mucha tarea que hacer. Si es que aún vive, no resulta, al parecer, de gran utilidad para la Benemérita. Como la mayoría de los regalos que el dictador libio hizo a los gobernantes españoles con los que se relacionó.
Porque Gadafi comenzó sus coqueteos con la democracia española en diciembre de 1984, con un sorpresivo viaje a Mallorca, organizado bajo l...