Madrid, Toledo y Guadalajara eran las provincias elegidas por un grupo de ladrones que ha sido desarticulado por la Guardia Civil en la Operación Moraleja Madrid. Esta banda robaba por el procedimiento del butrón sucursales bancarias y gasolineras, ha informado la Comandancia de Madrid del instituto armado. Los investigadores imputan a esta red al menos siete delitos en otros tantos establecimientos, aunque las investigaciones continúan para ver si cometieron otros.

Las investigaciones comenzaron en octubre tras detectarse varios robos en bancos y gasolineras que tenían la misma forma de ser cometidos. Los agentes sospecharon que detrás de todos ellos podría estar el mismo grupo criminal.

Las pesquisas permitieron descubrir a un grupo compuesto por seis varones de origen albanokosovar, que estaba dirigido por dos cabecillas. Cada uno dirigía una célula, que estaba inteconectada y coordinada con la otra, pero actuaban de forma separada. De esta forma trataban de dificultar la labor policial.

Los jefes de cada célula acudían a localidades con poca población y actividad, para ubicar las sucursales bancarias y las estaciones de servicio que estaban alejadas del casco urbano. Tras seleccionar el lugar más idóneo, comprobaban las medidas de seguridad, si había presencia policial y las vías de entrada y escape.

Días antes del robo, un integrante del grupo se desplazaba al lugar con las herramientas necesarias para practicar el butrón. Las escondía en un lugar cercano. El día del robo acudían en dos coches, con los que establecían numerosos puntos de seguridad previos y extremaban las precauciones para no ser sorprendidos.

Tras recuperar las herramientas escondidas, cortaban la línea telefónica o rompían el cajetín de la alarma. Después huían a un lugar cercano y esperaban unos 45 minutos. Si no acudía nadie a comprobarlo, cometían el butrón y reventaban las cajas fuertes. Al finalizar, se marchaban en dos coches. El primero, que hacía de lanzadera, transportaba las herramientas mientras que el segundo llevaba el botín.

La primera fase de la operación se saldó con la detención de una de las dos células, cuando acababan de perpetrar un robo en una entidad bancaria situada en Layos (Toledo). Los agentes les dieron el alto en el momento que los cuatro encartados procedían a subir al coche, emprendiendo éstos la huída haciendo caso omiso a las señales de detención. Se estableció un dispositivo policial por agentes pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en torno a la A 42, logrando finalmente la detención de los cuatro ocupantes.

Con la desarticulación de la primera célula, el resto del grupo incrementó las medidas de seguridad. También cambiaron de domicilio. Eso hasta el pasado 19 de marzo, cuando se logró la detención del resto del grupo y el registro domiciliario de sus viviendas. Allí se intervino diversas herramientas, prendas de vestir utilizadas por los acusados en los hechos delictivos, radio transmisores, 400 euros en efectivo, inhibidores de frecuencia, y los vehículos utilizados por el grupo.

Con la Operación Moraleja Madrid se han esclarecido siete robos con fuerza por el procedimiento del butrón, dos en gasolineras y cinco en entidades bancarias, ubicadas en localidades de Madrid, Toledo y Guadalajara. Además, por las vigilancias discretas realizadas se pudo comprobar que iban a actuar en 15 entidades bancarias más y en tres gasolineras, al haber hecho el activo grupo intensos estudios preliminares sobre estas zonas.

Los detenidos son todos varones, de entre 18 y los 45 años, nacidos en Serbia, Kosovo y Yugoslavia. Todos ellos cuentan con numerosos antecedentes por hechos relacionados contra el patrimonio y, de los seis detenidos, tres de ellos tienen decretada la expulsión del territorio nacional por la Delegación del Gobierno en Madrid y a otro se ha procedido a abrir un expediente por infracción a la Ley de Extranjería.