Desprecio por la Justicia


Desprecio por la Justicia
He leído con toda la atención posible el discurso de investidura del nuevo Presidente del Gobierno. Entre las muchas cosas que insinúa y las levísimas concreciones me ha llevado la atención las pretensiones programáticas de atacar la Justicia como mecanismo de igualdad y de legalidad. La idea básica es: vamos a agilizar la Justicia favoreciendo, [...]

He leído con toda la atención posible el discurso de investidura del nuevo Presidente del Gobierno. Entre las muchas cosas que insinúa y las levísimas concreciones me ha llevado la atención las pretensiones programáticas de atacar la Justicia como mecanismo de igualdad y de legalidad.

La idea básica es: vamos a agilizar la Justicia favoreciendo, u obligando, a acudir al arbitraje o a la mediación para resolver los conflictos en vez de hacerlo en los tribunales de Justicia.

Esto era más que esperable en los temas laborales, que precisamente es el orden jurisdiccional que necesita menos agilización, pues la mayoría de las causas reciben sentencia entre el primer y el tercer desde la interposición de la demanda.

Si el orden social no necesita de agilización, al menos en la primera instancia que es donde terminan la mayoría de las causas, la intención de resolver los conflictos por instituciones extrajudiciales solamente puede obedecer a un intento de romper la relativa paridad de armas que el proceso social proporciona a la parte más débil, que es el trabajador.

En el momento que las leyes laborales lo permitan, veremos cómo antes de firmar un contrato de trabajo hay que dar la conformidad con el sometimiento a una institución de arbitraje, cercana a alguna organización empresarial. Los laudos arbitrajes estarán prácticamente blindados a cualquier recurso.

Aunque me horripile esta huida de la Justicia, auspiciada por el PP, la esperaba. La que no esperaba era la expuesta más adelante como solución a los problemas del orden jurisdiccional civil. Aunque sí apunta continuar el proyecto de la Nueva Oficina Judicial, recurre a la desjudicialización de asuntos como vía para tener una justicia más rápida.

Una Justicia independiente e imparcial, especialmente en los niveles más habituales de la sociedad, es la garantía para una resolución conforme a Derecho de los conflictos. Es cierto que la Justicia también tiene que ser rápida, pero una ‘justicia’ dependiente y parcial por muy rápida que sea no tiene valor.

En el momento de firmar cualquier contrato en los que no haya paridad entre los contratantes, la inmensa mayoría de los contratos, la parte fuerte podrá imponer, con el apoyo de la Ley, a la débil la resolución en una institución de arbitraje que sea comprensiva con sus intereses.

Rajoy que, en la parte ‘bonita’, habló de la independencia y de la imparcialidad judicial, cuando entra en materia y en intereses concretos ve a la Justicia y a los jueces como amigos de la igualdad ante la Ley y prefiere instituciones que suplanten a los jueces y que los consagren.


Filed under: Celtiberia, Derecho Civil, Derecho Constitucional, Derecho Laboral, Derecho Procesal, Política, Rajoy
Posted originally: 2011-12-21 19:13:32

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