El discurso de Mubarak: impresiones y reflexiones rápidas


El discurso de Mubarak: impresiones y reflexiones rápidas
Durante toda la tarde hemos vivido con la impresión de que Hosni Mubarak estaba viviendo sus últimos momentos como Presidente de Egipto. Los medios informativos de todo el mundo estaban pendientes de su tercer discurso desde el comienzo de las protestas en su país. La CIA había filtrado a los medios que Mubarak estaba preparando [...]

Durante toda la tarde hemos vivido con la impresión de que Hosni Mubarak estaba viviendo sus últimos momentos como Presidente de Egipto. Los medios informativos de todo el mundo estaban pendientes de su tercer discurso desde el comienzo de las protestas en su país. La CIA había filtrado a los medios que Mubarak estaba preparando su salida y, en consecuencia, la expectación era máxima. Y definitivamente las ‘vísperas de mucho’ han acabado en nada.

Mubarak ha insistido que no ha cedido a las presiones externas. Un claro mensaje hacia quienes piensan que los Estados Unidos están deseando verle fuera del cargo para evitar una situación anárquica en su principal aliado en el Mundo Árabe. Esto no quiere decir que no haya cedido, porque bien ha podido pactar una salida cuyo primera paso sea este discurso.

La promesa de ayuda financiera realizada por Arabia Saudí y las monarquías del Golfo de poco le han ayudado respecto de los Estados Unidos (principal mantenedor de sus Fuerzas Armadas), pues estos son países muy ricos y muy fundamentalistas, que es precisamente lo que Occidente quiere evitar en Egipto.

Otra de las cosas que han quedado algo claras, en medio de la confusión y de la desinformación reinante, es que las Fuerzas Armadas, por ahora, es la única institución egipcia que funciona correctamente. Los militares son los árbitros de la situación y seguramente habrán reclamado un mayor poder, pues de ellos depende la caída inmediata del régimen y/o la continuidad de las protestas. La transferencia sin especificar de poderes al Vicepresidente, de extracción militar, puede ir en este sentido.

Lo que más llama la atención es que alguien, que lleva tanto tiempo en el poder, tenga la caradura de decir que las protestas son legítimas y que el pueblo ha de ser escuchado. Anuncia reformas y nuevos órganos para dirigir un modelo de transición que resulta extraordinariamente cercano. Pero como en eso tan cercano, los militares serán los garantes de que haya cambios pero no cambio.

Aplazar el abandono de la Presidencia a unas elecciones de dentro de siete meses me parece que no es más que una estrategia, quizá desesperada, de ganar unas elecciones lo suficientemente limpias. Tantos años de régimen ha creado una amplísima red clientelar vinculada a la Administración estatal, a la corrupción y a los múltiples monopolios del estado egipcio. Una red clientelar que puede que tema la pérdida de ‘los ajos y cebollas’ y que se lance a apoyar al régimen, a su partido y a los partidos satélites que surgirán a una suerte de victoria electoral.

Para terminar me ha impresionado escuchar a Mubarak decir que castigará a los responsables de los centenares de muertes de las últimas semanas. Mubarak ha utilizado a matones de todo pelaje para conseguir dispersar las manifestaciones no utilizando a las instituciones de seguridad y ahora se propone a buscar unos cuantos chivos expiatorios sobre los que cargar todas las culpas cuando el máximo responsable es él mismo.


Filed under: Arabia Saudí, Ciencias Políticas, Corrupción, Diseño de Jugadas, Egipto, Elecciones, Estados Unidos, Mundo Árabe, Política, Política Internacional
Posted originally: 2011-02-10 23:53:39

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