El disidente chino asegura que “no se siente seguro” en su país


El disidente chino asegura que “no se siente seguro” en su país
Chen Guangcheng pide a Estados Unidos que haga "lo posible" para que él y su familia puedan salir de China

"No me siento seguro. Quiero abandonar China", ha anunciado este miércoles el disidente Chen Guangcheng pocas horas después de acceder a salir con garantías de seguridad de la Embajada de EE UU en Pekín, donde llevaba refugiado una semana. Desde el hospital donde ha sido ingresado para curarse el pie que se dañó al escapar de un arresto domiciliario, el activista ha hecho un llamamiento al Gobierno de Estados Unidos aprovechando la presencia de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en Pekín. "Me gustaría decirle al presidente Obama: se lo suplico, haga todo lo posible para que nuestra familia pueda salir", ha declarado Chen, quien, hasta ahora, rechazaba esta opción.

Aunque por el momento no hay respuesta oficial de la diplomacia estadounidense a esta solicitud, un oficial estadounidense que prefiere guardar el anonimato ha dicho a AFP que EE UU estaría dispuesto a ayudar al activista de los derechos humanos si quiere abandonar China. La misma fuente no precisa si Washington ayudaría a a Chen a obtener el asilo político porque la postura del disidente al respecto no está clara.

Fuentes implicadas en las negociaciones señalaron que el Gobierno de Pekín se comprometió a respetar la vida de Chen y de sus familiares, así como a permitirle cursar estudios de Derecho en una localidad distinta a su ciudad natal de la provincia de Shandong, donde cumplía el arresto domiciliario. Pero el opositor duda de la seguridad que le han garantizado. "La embajada [...] me prometió que habría gente conmigo en el hospital. Pero cuando he entrado en mi cuarto este mediodía, he comprobado que todos se habían ido", ha subrayado.

Este miércoles, el disidente ciego confesó en una conversación telefónica con la agencia Associated Press que había sido advertido por diplomáticos estadounidenses de que su esposa sería golpeada hasta la muerte si persistía en su refugio en la embajada estadounidense a la que llegó tras burlar el arresto domiciliario. El Gobierno de EE UU desmintió este miércoles la existencia de esas amenazas concretas, aunque sí reconoció que hubo algún tipo de presión sobre Chen por parte de las autoridades chinas. "Puedo asegurar que nunca fue presionado para abandonar [la embajada]. Estaba emocionado y con ganas de irse", ha dicho por contra este jueves el embajador de EE UU en China, Gary Locke.

Hillary Clinton, que se encuentra en China para asistir a la cumbre bilateral que comienza este jueves, se ha limitado por el momento a comentar que ningún país puede negar las "aspiraciones" de sus ciudadanos, aunque no ha hecho alusión a Chen. Por su parte el presidente chino, Hu Jintao, ha hecho un llamamiento para que EE UU y China se respeten mutuamente.

En la cumbre bilateral que comienza este jueves, los funcionarios estadounidenses, entre los que se cuenta Clinton y el secretario del Tesoro, Tim Geithner, pretenden convencer a sus interlocutores sobre una justa valoración de su moneda, así como conseguir el respaldo de China en cuestiones internacionales urgentes como Irán, Siria y Corea del Norte. Los derechos humanos serán previsiblemente otro tema clave. El presidente Barack Obama aseguró, cuando se conoció que Chen se escondía en la embajada de su país en Pekín, que “cada vez que EE UU habla con China surge el tema de los derechos humanos”.


Posted originally: 2012-05-03 06:16:55

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