Empresaria y abusona


Empresaria y abusona
Tenía el apodo de «Angel Inversor», por su dulce apariencia -cabello rubio largo y liso, ojos muy claros y voz especialmente agradable- y por su labor de apoyo y acompañamiento de iniciativas empresariales puestas en marcha por mujeres: un beatífico ángel de la guarda en estos tiempos de crisis económica. Pero Glenda Stone, australiana de 42 años afincada en Inglaterra, ha perdido las alas. Condenada por un tribunal londinense, ante el que fue denunciada por tratar de modo «dictatorial e intimidatorio» a sus propios empleados/as -el «bullying» se cebaba sobre todo en ellas, según las trabajad...


Posted originally: 2010-01-03 00:00:00

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