Alí vio cómo asesinaban a su familia y lleva cuatro años ingresado en el centro psiquiátrico de Herat. diego ibarra
Alí, un joven afgano de 20 años, de mirada amenazadora, se pasea como una fiera herida entre las cuatro paredes de su celda en el centro psiquiátrico de Herat. Su rostro, marcado por el sufrimiento, ha envejecido prematuramente por las penurias de la vida que le ha tocado. "Es muy peligroso. No puede estar junto a otros pacientes porque les atacaría y alguno podría resultar gravemente herido", afirma Mohammad Kabir, asistente del centro psiquiátrico de Herat.
Posted originally: 2011-10-07 08:00:00