Tras la tempestad llegó la calma. Sólo vimos un partido en el que debió cambiar el resultado. El Betis fue el perjudicado al no señalársele un penalti a favor por mano de Christian. Por cierto, el Barcelona-Real Madrid lo debería dirigir uno de los árbitros más duros, disciplinariamente, sea o no internacional.
Posted originally: 2012-03-27 07:00:00