Patrick Swayze, el actor que enseñó al público a bailar con
Dirty Dancing y a llorar con
Ghost, perdió el lunes su batalla contra el cáncer de páncreas a los 57 años. Nativo de Houston e hijo de coreógrafos, el actor encontró su lugar en Hollywood sin problemas con papeles de galán, a veces rudo a veces más romántico, pero sobre todo con ritmo.