Filipinas ha declarado el estado de emergencia en dos provincias del sur y en una ciudad cercana, un día después de que un centenar de hombres armados
decapitase a 22 políticos y periodistas en la isla de Mindanao. El grupo atacó un convoy electoral en el que viajaban partidarios del candidato a gobernador en mayo próximo, Esmael Mangudadatu.