Los lectores de ELMUNDO.es han tenido la ocasión de comprobar que en el mundo del ciclismo caben caracteres tan dispares como el del belga Johan Bruyneel y el murciano Alejandro Valverde. Ambos son de una clase fuera de serie, uno como gestor muy por encima de la media y otro como ciclista sobrado de clase. Me temo que ni Johan fue tan rotundamente bueno como Alejandro compitiendo (aun siendo un notable corredor), ni éste podrá acercársele a aquél como hombre de ciclismo y empresa dentro de 15 años, cuando esté a punto de cumplir los 45 que ya superó Bruyneel.
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