El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, ha denunciado este jueves que el excesivo intervencionismo público en la economía durante los 30 años de autonomía ha sido un factor "poco propicio para el desarrollo" de la economía andaluza. Herrero, que ha presidido la asamblea ordinaria de la patronal andaluza, ha afirmado que Andalucía atraviesa una "auténtica alerta roja" y ha abogado por una regeneración total de la vida política, económica y social con el fin de sentar las bases de la sociedad para salir de esta situación.

Ha defendido la necesidad de hacer una "seria, serena y crítica reflexión" sobre los 30 años de autonomía andaluza, que ha vivido momentos de rápido crecimiento pero "no parece que haya echado raíces". En estos 30 años de autonomía, que se ha desarrollado bajo la etapa de gobierno del PSOE, Andalucía ha mejorado en muchos aspectos relacionados con su capital físico, su dotación de infraestructuras y sus equipamientos, pero "no está nada claro que haya mejorado en aspectos productivos e institucionales", según el dirigente empresarial.

En su intervención en la asamblea empresarial también se ha referido al cambio de gobierno en España y ha aplaudido las medidas adoptadas en materia económica y financiera y ha calificado de positiva y acertada la reforma laboral, que "no es la reforma que favorece al empresario sino la que necesita este país".

Herrero  ha censurado que la "preponderancia de lo público, no solo en su participación en el PIB, sino por su excesivo intervencionismo, haya sido uno de los rasgos de estos 30 años". Ha denunciado que un sector público "sobredimensionado, empresarialmente intervencionista y socialmente omnipresente, ha dejado poco espacio a la iniciativa privada". Se ha remontado a 1982, año de las primeras elecciones al Parlamento andaluz, cuando la tasa de paro era del 20,57% y a finales del 2011 ha escalado hasta el 31,23%, y en el momento de más crecimiento, en el 2006, se mantuvo en el 12%.

También ha apuntado que desde la incorporación en 1986 de España a la Unión Europea, Andalucía ha recibido fondos de casi 80.000 millones y ese dinero ha permitido avanzar en la convergencia con España y con Europa, que se logró en el 2008, pero a partir de ese año se entró en el estancamiento y después en la recesión. Así, en el 2010, el PIB per capita andaluz se situó en 17.405 euros, lo que representa el 75,5% del promedio nacional y algo menos (71,1%) del conjunto de la UE, y entre 1980 y el 2012 ha crecido un 150% gracias a las políticas redistributivas del Estado y al ingreso de España en Europa.

Sin embargo, los desequilibrios en la balanza comercial, el gran peso del sector público y la pérdida de competitividad han acrecentado el impacto de la crisis en la comunidad andaluza, según Herrero. A pesar de este sombrío panorama, ha confiado en las posibilidades de Andalucía para salir adelante y ha defendido que es el momento de "asumir que el empresariado andaluz es tan bueno como los demás" y que las empresas han sido punteras y competitivas cuando las circunstancias lo han permitido.

Ha aprovechado para agradecer al Gobierno andaluz que este año haya concedido a cuatro empresarios Medallas de Andalucía, si bien ha lamentado que la sociedad "se resista a dar el reconocimiento debido a quien arriesga su dinero, su patrimonio y, a veces, hasta su seguridad para crear empleo y riqueza para todos". Ha lamentado que el 2011 haya sido un año "perdido y para olvidar" y esto ha supuesto el cierre masivo de empresas y la pérdida de puestos de trabajo, si bien se ha felicitado de que la toma de iniciativas del gobierno "está disipando la impresión de que faltaba imaginación para acertar con los mimbres de esta nueva realidad".

Ha avisado de que la reforma laboral no será totalmente eficaz si no se dispone de un entorno financiero, fiscal o administrativo que favorezca la actividad y la inversión. Por ello, ha demandado profundizar en reformas como la financiera con mecanismos para que el crédito llegue a las empresas y familias y ha valorado las medidas para agilizar el pago a los proveedores porque será una "inyección de liquidez para las empresas".