Me suele pasar. Cuando la gente no me conoce piensa que soy una estirada. No es por nada en concreto, supongo que será por mi aspecto de persona seria y mis facciones duras. Demasiado grande, demasiado morena... esa pinta de mala de telenovela (como decían mis amigos de la facultad) que me acompañará siempre.
Mi amiga Chus y yo nos conocimos cuando teníamos 16 años y no nos caimos bien. Eso fue al principio, claro, porque hoy somos uña y carne. Hoy mi amiga Noelia me ha hecho recordar aquellos tiempos cuando me ha dicho "yo pensaba que eras una siesa". Y de pronto un día empezamos a conocernos y todo cambio. Nos caimos bien. Y nos hicimos amigas, nos apoyamos...
Hoy hemos recordado un día que yo pasé por su trabajo y estaba con un par de compañeros. Mientras yo hablaba alguno hacia gestos por detrás. En aquel momento yo no sabía que ellos también serían mis amigos y hoy al comentarlo sólo hemos podido decir "cuantas historias tenemos para recordar". Imagino que en eso consiste la amistad, en dar oportunidades a la gente y pensar que siempre tienen algo bueno que aportarte. Cada día me alegro más de haberme quedado y dar una oportunidad a toda la gente que me quedaba por conocer. A pesar de los pesares.
Posted originally: 2009-07-14 01:55:00