Huyendo de las cuestiones de verdad


Huyendo de las cuestiones de verdad
Muchas veces con el discurso de las grandes palabras se olvidan inconscientemente o se encubren conscientemente los problemas. Me resulta muy desesperante que, cada vez que el PSOE pierde unas elecciones, comiencen a repetirse palabras tales como principios, socialdemocracia, refundación, renovación y unas cuantas más que todos conocemos. Perder unas elecciones es lo más normal [...]

Muchas veces con el discurso de las grandes palabras se olvidan inconscientemente o se encubren conscientemente los problemas. Me resulta muy desesperante que, cada vez que el PSOE pierde unas elecciones, comiencen a repetirse palabras tales como principios, socialdemocracia, refundación, renovación y unas cuantas más que todos conocemos.

Perder unas elecciones es lo más normal dentro de una democracia. No gusta nada perder elecciones, que si no se lo pregunten a Rajoy o a Arenas, pero querer empezar de cero cada vez que se pierden es un ejercicio de masoquismo y el mejor deseo del adversario triunfante.

Empezar de cero es imposible e indeseable. Un partido no se refunda y pierde todo lo malo que contuviese, como AP no lo hizo al transformarse en PP. Pero además es que un comienzo desde cero es indeseable porque absolvería a determinadas personas de las responsabilidades políticas que han tenido y que tienen.

Entrar a las grandes cuestiones deja sin investigar ni rectificar las cuestiones importantes. Todo es mundo se transforma mágicamente en bueno porque lo erróneo, lo que fallaba, era la estructura y no las personas y el ejercicio de su responsabilidades.

Los socialistas, además de culpar al ante idolatrado secretario general y cumplir con los ritos de exorcismo pertinentes, deben analizar con toda la crudeza posible, concretando todo lo que se puedan, a quienes corresponde la responsabilidad de los resultados en cada nivel territorial.

Deben establecer qué cosas deben cambiar dentro del funcionamiento ordinario del partido y cómo deben ser gestionadas las áreas de responsabilidades. Es todo enormemente sencillo, pero igualmente cruel, ya que pasa por decir ‘esto estuvo mal hecho’ al responsable y eso no siempre gusta.

Estoy absolutamente convencido de que la mayor renovación o refundación es realmente una transformación de las pautas de comportamiento, de la exigencia de cumplir unos objetivos, de depurar responsabilidades cuando las haya y de que solamente los mas capacitados políticamente sean quienes asuman la responsabilidad de liderar el partido en todos los niveles territoriales.


Filed under: Celtiberia, Ciencias Políticas, Diseño de Jugadas, Elecciones Autonómicas 2011, Elecciones Municipales 2011, Imaginario político, Partidos Políticos, Política, PSOE
Posted originally: 2011-06-09 15:51:02

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